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JOHANNESBURGO

La Policía sudafricana busca al sospechoso de explotar la mina ilegal en la que murieron 87 personas

La Policía sudafricana ordenó ayer movilizar «al máximo» los recursos de las fuerzas de seguridad para localizar y detener al presunto cerebro de la explotación de la mina ilegal de oro en Stilfontein, en el noreste del país, en la que murieron 87 mineros irregulares.

Según informó la Policía, el sospechoso, un ciudadano del vecino Lesoto identificado y como James Neo Tshoaeli conocido como “Tigre”, escapó con ayuda de agentes policiales y está en paradero desconocido después de ser arrestado junto a otros 1.906 mineros durante la operación de rescate de la pasada semana en la mina de oro de Buffelsfontein. En el marco de esa operación, tras meses de cerco policial para sacarlos, fueron rescatados con vida 246 mineros y se recuperaron 78 cuerpos, a los que se suman otros nueve sacados en las semanas previas.

El comisario provincial Patrick Asaneng aseguró que «rodarán cabezas» cuando se encuentre a los agentes que le ayudaron escapar, quienes serán llevados ante la Justicia.

Según Asaneng, el presunto cerebro de las actividades clandestinas no fue fichado en ninguna de las comisarías donde están detenidos los mineros y tampoco fue ingresado en ningún hospital para recibir atención médica. Consideró una «vergüenza» la colaboración policial en su fuga.

Los mineros detenidos y vídeos obtenidos por la Policía apuntan a “Tigre” como responsable de algunas muertes, agresiones y torturas que se habrían producido bajo tierra.

Y se le acusa de haber acaparado y ocultado alimentos a otros mineros ilegales, conocidos como «zama-zamas».

La crisis en esta mina de más de 2 kilómetros de profundidad estalló en octubre, cuando la Policía bloqueó el suministro de agua y comida tras meses tratando de forzar la salida de los mineros. Se acusó también a la Policía de retirar el mecanismo que usaban para salir a la superficie.