Un triple ganador de Hezonja supone una derrota cruel e injusta
Los gasteiztarras hicieron méritos para ganar y se imponían 84-88 con el duelo en el minuto final. Pero los triples madridistas lo estropearon todo.

Parte del encanto del baloncesto es que no es justo ni tiene lógica. Al final, un jugador lanza y tanto el lanzador como sus compañeros y rivales han de aceptar lo que suceda, si entra o no. Mario Hezonja le hizo la puñeta a un Saski Baskonia que no mereció perder y que, después de verse con 84-75 por detrás luego de un error flagrante del trío arbitral, reaccionó con un parcial de 0-13 con el que llegó el duelo a sus últimos segundos.
Un triple errado por Luka Samanic, tres tiros libres también errados por Samanic y Kamar Baldwin y sobre todo dos triples de Masrio Hezonja, el último con el reloj dejando caer sus últimos granos de arena y luego de un saque en el que los merengues estuvieron a puntos de perder el balón y el partido, lo estropearon todo. Ni el partidazo de Rogkavopoulos o Trent Forrest tuvo el premio merecido.
El basket fue cruel con los de Pablo Laso, pero a efectos clasificatorios, el dolor es por qué el Baskonia no ha jugado siempre como anoche.
A pesar de la ausencia de Tim Luwawu-Cabarrot, ausente por una indisposición de última hora, el cuadro gasteiztarra ofreció una solvencia poco vista a domicilio esta temporada, ante un Real Madrid que pese a no estar en su mejor versión, tampoco es que hubiera arrancado dormido. Pero es que los de Pablo Laso jugaron un partido muy serio, empezando con los cinco puntos que anotó Raieste de buen inicio, haciendo unos minutos más que serios por parte del alero estonio. Asimismo, aunque en los primeros minutos Tavares causó mucho daño en el rebote ofensivo, los gasteiztarras no tardaron en igualar este apartado, sobre todo por la movilidad de Moneke y la capacidad física que Trent Forrest impuso.
Quizá el segundo cuarto supuso el primer salto de fe del Baskonia. Primero, por las dos faltas rápidas que cometió Markus Howard y segundo, porque Mario Hezonja y Luka Samanic se picaron en un cara a cara dálmata y en el que el baskonista llevó las de perder.
Por fortuna, el cambio de Moneke por Samanic fue mano de santo para los gasteiztarras. Rogkavopoulos también se sumó a la fiesta con su buena combinación de tiro exterior y aportación en el rebote ofensivo, Saski Baskonia no solo aguantó los tiros madridistas, sino que llegó a adelantarse 40-45 antes de que Campazzo dejase el 42-45 en tiempo de descanso.
REACCIONANDO
El Real Madrid intentó ofrecer un juego más físico después del paso de los vestuarios y, aunque curiosamente fuera Saski Baskonia quien pagó con faltas y tiros libres encajados este nuevo arreón madridista, supo estar a la altura.
Sin obcecarse a la racha de Hezonja o el daño que causó Campazzo, ni siquiera por la tercera personal de Markus Howard, el cuadro alavés supo ir al ritmo que mejor le vino, con Trent Forrest haciendo las cosas con cerebro e intensidad, mientras que varias canastas de Rogkavopoulos ponían de nuevo a los gasteiz- tarras por delante, obligando al Real Madrid a ir a remolque, cada vez más incómodo. Es por ello que un triple esfuerzo de Rogkavopoulos dejó el marcador en 64-67 a falta de los diez minutos finales.
El Real Madrid arrancó con un parcial de 10-2, volviendo a adelantarse. Los de Pablo Laso reaccionaron, pero un terrible error arbitral, dando tres tiros a una falta sobre Campazzo que no era de tiros libres, disparó a los merengues hasta el 84-75. Y en esa desesperación, entre Samanic, Moneke y Rogkavopoulos el Baskonia logró un parcial de 0-13. Y cuando se acariciaba la victoria, Hezonja y sus propios errores condenaron al cuadro gasteiztarra.

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