DeepSeek, el modelo chino de inteligencia artificial (IA) que ha escalado por sorpresa al primer puesto de las aplicaciones más descargadas para dispositivos móviles, ha sacudido con fuerza los mercados y Silicon Valley gracias a un rendimiento muy parecido al de sus competidores estadounidenses.

Este chatbot se está haciendo un hueco en la industria de las altas tecnologías, entre gigantes estadounidenses como Nvidia y Meta, que invirtieron sumas colosales para dominar el sector en auge de la inteligencia artificial. La plataforma ha dejado anonadados a los expertos por sus resultados y su rentabilidad, habida cuenta de los reducidos costes de su desarrollo. Además, en China ensalzan su supuesta capacidad para eludir las sanciones estadounidenses, que buscan obstaculizar el acceso a los sofisticados chips que requiere la revolucionaria IA.

Como sus rivales occidentales, como ChatGPT, Llama o Claude, DeepSeek se apoya en un modelo extenso de lenguaje (LLM), formado a partir de inmensas cantidades de textos, para dominar las sutilezas del lenguaje natural.

Pero a diferencia de sus competidores, que desarrollan modelos privados, DeepSeek utiliza código abierto (open source). Esto permite que cualquier persona puede examinarlo, modificarlo y desarrollarlo en función de sus necesidades.

¿«AL NIVEL DE LOS MEJORES»?

DeepSeek fue creado por una start-up con sede en Hangzhou, en el este de China, una ciudad conocida por la elevada concentración de empresas tecnológicas. Disponible en aplicación o para el ordenador, propone muchas funcionalidades parecidas a las de sus rivales occidentales: escribir letras de canciones, ayudar a afrontar situaciones de la vida cotidiana o proponer una receta con lo que hay en el frigorífico.

DeepSeek puede comunicar en varios idiomas, pero, según explicaron a la agencia AFP, domina más el inglés y el chino.

No obstante, tiene los mismos límites que otros agentes conversacionales chinos: cuando se le pregunta sobre temas delicados, como las disputas territoriales que afectan al gigante asiático, evita el tema y plantea «hablar de otra cosa».

Los expertos han elogiado sus capacidades para problemas matemáticos difíciles y otras cuestiones técnicas.

«DeepSeek (...) es el mejor, o está a nivel de los mejores modelos estadounidenses», subrayó Alexandr Wang, director ejecutivo de la empresa norteamericana Scale AI, en la cadena CNBC.

Este desempeño sorprende todavía más sabiendo que para crear el modelo de DeepSeek se ha utilizado una cantidad mucho más pequeña de chips que en los otros gigantes tecnológicos.

BAJO COSTE

DeepSeek declara que solo ha invertido 5,6 millones de dólares para desarrollar su modelo, una suma ínfima comparada con los miles de millones que han gastado las compañías estadounidenses. Concretamente, este costo representa menos de una décima parte del gasto en el entrenamiento del modelo 4o de OpenAI, según “The Paper”.

Ante esta irrupción, las acciones de las grandes empresas tecnológicas en EEUU y Japón se han visto sacudidas.

El fabricante de chips estadounidense Nvidia se desplomó un 16,9% el lunes en Wall Street y perdió casi 600.000 millones de dólares, la mayor caída diaria de valor de una empresa cotizada.

Apenas unas horas después de atizar los mercados, un efecto que ayer aún se sentía, DeepSeek tuvo que limitar los registros de nuevos usuarios tras sufrir «ataques maliciosos a gran escala».

ELOGIOS DEL SECTOR

El consejero delegado de OpenAI, responsable de ChatGPT, afirmó ayer que el software chino es «impresionante», sobre todo teniendo en cuenta el rendimiento ofrecido y el precio. Consideró «estimulante» la entrada de un nuevo competidor y se comprometió a ofrecer productos «mucho mejores».

Marc Andreessen, inversor y consejero cercano al presidente estadounidense, Donald Trump, calificó DeepSeek de un giro para la IA, como lo fue Sputnik para el espacio, en alusión al lanzamiento del satélite soviético que desató la carrera espacial durante la Guerra Fría. «Es uno de los logros más increíbles que jamás he visto», afirmó en la red social X.

Para el inquilino de la Casa Blanca, lo ocurrido es una «llamada de atención» para las empresas del país. «Debemos centrarnos en competir para ganar», dijo ante congresistas republicanos en Miami.