El «trust the process» de Arteta: generar inspiración en su equipo
El entrenador del Arsenal Mikel Arteta atendió a un grupo de periodistas en una videollamada desde Londres con motivo de su quinto aniversario al frente del equipo . Reflexionó sobre fútbol, jugadores, futuro y destacó la figura de Mikel Etxarri, maestro de los técnicos vascos.

La frase célebre “Trust the process” de Mikel Arteta ha sido utilizada ocasionalmente como mofa, ha sido carne de meme sobre todo en sus inicios como primer entrenador del Arsenal. No obstante, parafraseando a Berri Txarrak, el tiempo es el único polígrafo y el donostiarra ha vuelto a convertir al equipo gunner en un serio candidato en todas las competiciones. Ha pasado de ser un «alma perdida» a un equipo hambriento. Encadena dos subcampeonatos de la Premier -tan solo por debajo del hasta ahora todopoderoso Manchester City de su amigo Pep- y actualmente es segundo en la tabla, por detrás del Liverpool. Ya clasificado para los octavos de la Champions, hoy visita al Girona en el último partido de la fase de grupos y GARA tuvo la ocasión de charlar unos minutos con él.
Considera al Arsenal su casa -disputó seis temporadas con la camiseta roja con mangas blancas, hasta su retirada como jugador en 2016 y está completando su sexto curso como entrenador- y se ve en el club londinense durante muchos años, «ganando títulos». Cogió las riendas del banquillo gunner en 2019, tomando el testigo a Arsène Wenger, que estuvo de entrenador durante 22 temporadas. Mikel Arteta, durante su etapa de asistente de Pep Guardiola en el banquillo de los cityzens, había notado que el Arsenal «había perdido el alma del club; no se disfrutaba, no se sentía». Le dolía cada victoria contra su exequipo y en cuanto surgió la oportunidad de dirigir el Arsenal no dudó en tomar decisiones para «conectar equipo-afición», así como para empezar a construir un proyecto sólido.
Porque a Arteta sí le importa cómo ganar: «Mi obsesión es ganar en cualquier contexto. Es dominar cada fase de juego, dominar cada contexto y que el equipo se encuentre cómodo en eso. Tener recursos ante todo. Y, obviamente, tener una idea clara, que es someter al rival en su área el mayor tiempo posible. Y no estar nunca satisfecho, independientemente de ir ganando por uno, dos o tres goles. Esa es la mentalidad del equipo».
En esa mentalidad obsesiva también hay un hueco para el Arteta mentor o motivador. Más que motivar a los jugadores en cada partido, el técnico considera que hay que «generar un contexto de inspiración. Que cada día vengan y sientan que pueden mejorar, que va a venir algo nuevo, que pueden evolucionar, que lo sientan... Que el sitio que tienen se corresponda con lo que ellos sienten. Es lo más importante como entrenador, y sobre todo, que eso una a todos para tener un claro objetivo.
LA FIGURA DE ETXARRI
De inspiración y recursos dotó Mikel Etxarri a Arteta, así como a la mayoría de los entrenadores vascos que ahora dirigen grandes equipos -Alonso, Emery, Imanol Alguacil, Arrasate, Lopetegui o Mendilibar-. Etxarri es el nexo de unión de todos ellos, así como el que ha marcado una forma de trabajar. «La influencia de Etxarri ha sido innegable para todos nosotros, sobre todo para el crecimiento que tuvo el fútbol y por la idea que él fue capaz de plasmar y transmitirla a tanta gente», responde a la pregunta formulada por este medio.
De todas formas, «la casualidad o no casualidad de que seamos tantos vascos» en la Premier o en equipos importantes, Arteta cree que es más por «la cultura, por la pasión que tenemos por el fútbol, por el deporte en general, por ciertos valores que para nosotros creo que encajan muy bien con lo que requiere un entrenador, con lo que requiere transmitir ciertas ideas».
MARTIN ODEGAARD, ALMA MATER
El donostiarra no habla de 4-3-3 o 4-2-3-1, «a mí dime con quién y con qué intencionalidad, para mí es lo más importante». «El esquema es un patrón, pero el desarrollo de esos movimientos lo dictan los futbolistas y el rival en relación a cómo se comporte».
El ‘con quién’ puede variar según la circunstancia y el rival, pero en todos esos esquemas e ideas de juego de Mikel Arteta siempre estará presente Martin Odegaard. Es su reflejo en el campo. El noruego fichó por el Real Madrid con 17 años y volvió a sentirse futbolista en su cesión a la Real (2019-2020), lo que le abrió las puertas del Arsenal. Es el alma mater de los gunners. «A Martin lo pongo en un pedestal. Porque es un cielo absoluto como persona, cómo se cuida, cómo cuida a los demás, cómo se comporta en el día a día y luego lo que ama jugar a fútbol, cómo compartimos la idea de cómo lo podemos hacer, es un líder absoluto en eso».
Arteta, que estuvo muy reflexivo y atento -quiso alargar la comparecencia para poder hablar más tranquilamente-, cree que la evolución del fútbol, tanto en cuanto a reglas como a nivel financiero, les van a «condicionar mucho a la forma de jugar y también a las plantillas».

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