Torres califica de «error mayúsculo» el rechazo de Confebask a hablar del SMI
En la línea de lo manifestado el jueves, pero con un punto extra de contundencia, el vicelehendakari y titular de Economía, Trabajo y Empleo de Lakua, Mikel Torres, afeó ayer a Confebask su negativa a reunirse con los sindicatos para hablar del SMI propio. Lo hizo en respuesta a una interpelación de EH Bildu, que le emplazó a implicarse «con claridad» y no «esperar a ver qué pasa».

El vicelehendakari segundo y consejero de Economía, Trabajo y Empleo de Lakua, Mikel Torres, pidió ayer a Confebask que reflexione y reconsidere su rechazo a negociar un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) propio y le instó a que dé una oportunidad al diálogo.
En respuesta a una pregunta de la parlamentaria de EH Bildu Nerea Kortajarena, el vicelehendakari volvió a mostrar en el pleno del Parlamento su sorpresa por la negativa de la patronal a constituir una mesa para negociar un SMI propio. A este respecto, consideró que esa postura es un «error mayúsculo» y una «absoluta equivocación» porque, recordó, no se obliga a nadie a llegar a un acuerdo, solo se pide que se sienten a hablar.
«SE NIEGA LA POSIBILIDAD DE UN DIÁLOGO»
«Si se llega a un acuerdo, por mínimo que sea, será un éxito, lo celebraremos; pero si no hay acuerdo es por supuesto que se ha intentado, pero ha habido un diálogo», expuso, oponiendo que «si una parte no se sienta, se está negando la posibilidad de un diálogo y se está negando, por supuesto, que haya un acuerdo, por muy mínimo que sea».
«Lo mismo que he criticado que algunos sindicatos no se sientan en la mesa de diálogo social y hacen que no se pueda llegar a acuerdos amplios, también tengo que decir que su patronal, ahí donde de alguna forma quiere también fomentar el diálogo, como es en la reducción de la jornada laboral, pide más diálogo y más negociación para llegar a un acuerdo. Por tanto, son situaciones muy contradictorias que yo creo que no ayudan a nada a un clima laboral bueno en Euskadi», apostilló Torres.
Valoró, además, que la actitud de Confebask «alimenta mucho más la confrontación», «algo que «no queremos ninguno de nosotros». Recordó, en este sentido, que tanto el Gobierno de Lakua como la mayoría de los partidos políticos y los sindicatos mayoritarios respaldan esta negociación, por lo que pidió a Confebask que reconsidere su negativa a constituir la mesa.
EH BILDU: «SE VIO QUIÉN MANDA AQUÍ»
Por su parte, Nerea Kortajarena expuso ante Torres que «usted restaba estos días importancia a contar con la competencia [para decidir sobre el SMI], pero se ha evidenciado la diferencia entre tener o no la competencia para poder establecer un salario mínimo propio». «Se vio quién manda aquí», enfatizó.
La portavoz parlamentaria de EH Bildu incidió en que «sin competencia, aquí manda Confebask, por encima de lo que la gran mayoría y el propio Gobierno considera interesante, deseable y necesario». Recordó, además, que «la CEOE no ha podido vetar, ni mandar en lo referente al SMI o la reducción de la jornada laboral en el Estado. Pero Confebask aquí, sí. Fíjese si es importante contar con la competencia».
Kortajarena pidió al Ejecutivo que no caiga «en la tentación de pensar que su papel consiste en cruzar los dedos y esperar para ver qué pasa, porque luego pasan cosas como las que pasaron el jueves». «Desde el respeto a la negociación colectiva, el Gobierno debe ser un agente principal en la promoción, facilitación e impulso del acuerdo», sostuvo, y consideró que el Gabinete de Imanol Pradales «tiene que interpelar a Confebask con claridad. Hay que tomar partido». Argumentó que «cuando hay un pronunciamiento parlamentario, político, institucional y sindical para que aquí se negocie un SMI propio», no se puede permitir esta actitud de la patronal, y dirigiéndose al vicelehendakari, la portavoz de EH Bildu insistió en que «hay que posicionarse con claridad, y créame, cuando el Gobierno quiere, y hay experiencias anteriores, tiene herramientas».
«Hay que darlo todo en esta cuestión, señor. Torres, -señaló Kortajarena-. Hoy más que nunca es necesario un gran acuerdo político por un SMI propio como señalamos en la negociación presupuestaria. Les esperamos ahí y esperamos que esta vez sí, sepan estar a la altura y no se vuelva a perder la oportunidad».
ESK LLAMA A MOVILIZARSE
Por su parte, y en la línea de lo expresado la víspera por el resto de sindicatos, ESK llamó ayer a la movilización ante el rechazo de Confebask a negociar un SMI que «se adecúe mejor a la realidad socio-económica vasca». «La patronal tiene que tener claro que no vamos a quedarnos callados ante su actitud y que nos organizaremos para llenar la calles una vez más», advirtió.
En opinión de ESK, «una vez más, el empresariado vasco vuelve a mostrar que vive en una privilegiada burbuja y que no le importa nada el bienestar de los y las trabajadoras que generamos riqueza en sus fábricas».

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