Gaizka IZAGIRRE
HERNANI
ADIÓS, SALVAJES

Nuestros ideales frente a la realidad

En 2016 se estrenaba “Captain Fantastic”, una película que narra historia de Ben Cash, un padre que cría a sus seis hijos en un bosque del noroeste de EEUU. “Adiós, salvajes” es una especie de “Captain Fantastic”, pero en la vida real.

Es un documental sobre una familia, que forman María, Nik y sus cuatro hijos, que opta por alejarse del estilo de vida urbano para vivir libremente en medio de un bosque noruego, lejos del ruidoso y acelerado mundo moderno. Este refugio idílico pronto se verá amenazado cuando una tragedia golpea a la familia: a María le diagnostican cáncer. La familia, que sobrevivía gracias a sus fotografías, se ve obligada a abandonar la granja, poniendo fin al sueño.

Uno de los aspectos más llamativos del documental es la capacidad de la cineasta Silje Evensmo para transmitir la intimidad de la familia sin caer en la explotación emocional. El documental logra capturar con sensibilidad el proceso de duelo y adaptación, sin dramatismos innecesarios; en ese sentido, tiene un planteamiento formal y narrativo muy interesante. La incorporación de antiguas grabaciones de María, combinadas con imágenes actuales, enriquecen mucho la trama y añaden una capa extra de emoción.

Es cierto que, en algunos momentos, se percibe que ciertas escenas están diseñadas para la cámara, lo que resta cierta espontaneidad a la narración; aun así, la dirección de Jacobsen brilla por su enfoque respetuoso y contemplativo, permitiendo que la historia se desarrolle con naturalidad y sin imposiciones narrativas.

“Adiós, salvajes” nos invita a reflexionar sobre el sentido de pertenencia, el concepto de hogar y la importancia de encontrar un equilibrio entre nuestros ideales y la realidad. Un retrato íntimo y conmovedor.