Rotaciones y victoria. La Real tiró de solvencia para dar un paso gigante hacia los octavos de final de la Europa League, al imponerse en el campo del Midtjylland danés gracias a un tanto de Brais Méndez desde los once metros y de un golazo de Take Kubo en una jugada marca de la casa.

Imanol sigue tirando de Excel y repartiendo minutos en este maratón de partidos cada tres días, del que ya se ha superado el ecuador pero aún quedan kilómetros. Incluso bajo palos, con otra titularidad para un Unai Marrero que ganó muchos enteros tras su partido ante el PAOK y que ayer se volvió a mostrar como un meta confiable.

En el lateral izquierdo el técnico se decantó por el potrillo Balda, en detrimento de un Javi López en horas bajas. Pacheco y Olasagasti dieron descanso a Aguerd y Zubimendi, mientras que en punta el referencia era un motivadísimo Óskarsson, que jugaba contra el principal rival de su exequipo, el Copenhague.

En el Midtjylland destacaba el debut del mediocentro portugués Dani Silva, recién fichado del Hellas Verona. El atacante de origen vasco Mikel Gogorza aguardaba su oportunidad en el banquillo.

El termómetro marcaba tres por debajo de cero a la hora de comenzar el choque del Herning Arena, un estadio con capacidad para 12.000 personas en el que aguantaban el tipo centenar y medio de seguidores blanquiazules. El césped parecía duro e irregular, consecuencia del duro invierno.

Los tres primeros minutos daban la razón a los pájaros de mal agüero, con una amarilla a Balda y un testarazo al palo del ecuatoriano Castillo al saque de una falta. Pero pasado el susto la Real se hizo con el balón y encontró pronto premio tras un pisotón a Brais que el árbitro sacó fuera del área pero que el VAR trasladó al punto de penalti. El gallego se lo guisó y él se lo comió (0-1, m.11).

El Midtjylland se fue a por el empate. Osorio y Simsir engancharon sendos disparos a puerta que se toparon con un excelso Marrero. El primero estaba poniendo en apuros al amonestado Balda, e Imanol no quiso que le pasara lo mismo que ante la Lazio, cuando fue expulsado Aihen Muñoz, por lo que a los 23 minutos dio entrada a Javi López.

KUBO, POR LA ESCUADRA

Los daneses apretaban, pero la calidad de Take Kubo marcó la diferencia. El japonés recibió un balón en la derecha e hizo su clásica conducción hacia dentro, amagando hasta encontrar el espacio para enganchar un zurdazo que se coló por la escuadra (0-2, m.31).

Pero aún quedaba mucho. El Midtjylland trazó una buena jugada por su izquierda, llegando a línea de fondo, y el centro de Sorensen lo mandaba a la red en el primer palo el ariete polaco Buksa, pese al esfuerzo de Pacheco por llegar al despeje (1-2, m.38).

En el descanso, Imanol consultó su hoja de cálculo y entraron Aguerd, Zubimendi y Gómez por Pacheco, Olasagasti y Barrenetxea. Se guardaba un solo cambio frente a posibles urgencias. Óskarsson estuvo cerca de anotar en el 49, al cabecear cerca del palo un centro desde la izquierda.

Con el transcurrir de los minutos, el técnico local movió ficha, con la esperanza de viajar a Anoeta con un marcador menos desfavorable. Sin embargo, casi fue Oyarzabal -que había entrado por Óskarsson- el que aprovechó un error de la zaga danesa para hacer el tercero.

La Real se defendió sin conceder grandes oportunidades, e incluso se permitió tirar de calculadora para que Aramburu y Zubimendi forzaran la amarilla que les hará perderse el choque de vuelta y llegar limpios a unos octavos de final que aparecen al alcance de la mano.