El tratamiento dado por EITB a la noticia de la aprobación por EH Bildu del Ayuntamiento de Oion del parque eólico de Labraza (Araba) fue digno de resaltar. Se introdujeron las declaraciones del alcalde José Manuel Villanueva y del portavoz de EH Bildu en el Parlamento Pello Otxandiano, en las que el alcalde manifestó que estaban obligados a aprobar el proyecto del parque eólico de Labraza por imperativo administrativo y Pello Otxandiano, que no aprobar el proyecto que contaba con todos los informes legales favorables suponía incurrir en el delito de prevaricación.

Para un profesional del periodismo, lo normal sería profundizar en la noticia y acudir a un profesional del derecho administrativo para que informase sobre lo manifestado por los representantes de EH Bildu, pero EITB tenía muy claro lo que había que hacer, realizar una valoración política sobre el doble rasero de EH Bildu y la diferencia de estar en el gobierno y la oposición y extender las consideraciones a otras esferas, como la «extracción de gas en Araba, la producción de armamento..., en suma extender la ignorancia, no la información.

La realidad es que, efectivamente, los concejales de un ayuntamiento no pueden decidir lo que quieran de manera soberana según su criterio, sino dentro de lo que les permitan las disposiciones legales vigentes, que son muchas, incurriendo en responsabilidades personales en sus decisiones.

Esa realidad no impide que los representantes de EH Bildu sigan promoviendo las movilizaciones sociales en contra del parque eólico de Labraza, de la producción de gas y luego extracción, que no «extracción» como dijeron, mediante la técnica contaminante y tóxica del fracking o contra la producción y compra de armamento para la guerra como forma de superar la crisis sistémica en la que la economía occidental está sumida, que parece ser la medicina adoptada por las élites, y que les servirá además para recortar pensiones, salud, educación y otros gastos sociales.

Una vez más, a los periodistas de EITB les pediría respeto a los ciudadanos vascos que con nuestros impuestos pagamos sus sueldos. No somos idiotas.