Eneko Andueza (Eibar 1979) acaba de ser reelegido sin oposición en un congreso que ha dejado al PSE buen sabor de boca. «Sin euforia, pero hay que aprovecharlo, sacar un poco de pecho», afirma.

¿El anuncio de liderar el país y recuperar Lehendakaritza es fruto de ese buen ánimo del X Congreso del PSE?

No, no. Es fruto de una reflexión que hemos hecho en el seno del partido. Y evidentemente no es un objetivo que nos planteamos a corto plazo. Es un objetivo al que todavía le queda un largo recorrido. Tendremos que seguir dando pasos para conseguirlo. Yo constato una realidad, y es que en los últimos tres años ha habido cinco comicios electorales que han sido una prueba de fuego muy importante para el PSE y no ha dejado de crecer. Creo que tenemos un horizonte muy óptimo para seguir creciendo y llegar finalmente a esa meta con mirada larga pero con paso corto.

En el Parlamento tiene por delante dos grupos más que le duplican en escaños.

Pueden tener todos los escaños que quieran, pero al final el que decanta la balanza es el PSE. Y eso también es algo que hay que tener muy muy en cuenta. Yo, evidentemente, no niego una realidad que está ahí, pero tampoco que en unas elecciones que se plantearon como un choque de trenes entre PNV y EH Bildu, el PSE consiguió ser el pilar fundamental y erigirse como el tercero en discordia. Crecer en escaños, pero sobre todo crecer en relevancia. Tal y como decía nuestro lema de campaña, fuimos los que decidimos el futuro de Euskadi.

Porque les dejó el PNV...

Porque el PSE se ganó a pulso el poder ser quien decidía ese futuro. Y tengo la ligera impresión de que en un futuro esa capacidad irá creciendo.

¿Le ha felicitado el lehendakari por la reelección?

No. Bueno, ya en su momento, cuando se inició el proceso y no hubo candidatos tuvimos oportunidad de conversar .

¿Ya han resuelto si en el Gobierno trabajan más los consejeros del PSE o los del PNV?

Eso queda más en lo público que en lo privado. Yo en lo que confío es en que saque adelante la hoja de ruta pactada entre ambos partidos, que es el acuerdo de Gobierno.

Van un poco de espacio ¿no?

Yo me preocupo de la velocidad de los míos y es velocidad de crucero. Estoy muy satisfecho con el trabajo y con el arranque de legislatura que han hecho.

Pero hay otros diez del PNV.

Confiemos en que a lo largo de la legislatura la velocidad sea constante en todo el Gobierno.

A veces parecen ustedes una pareja mal avenida, un matrimonio de conveniencia.

Bueno, en todas las parejas se discute. Quien no haya discutido en su pareja igual es que está viviendo una relación un poco ficticia.

En materias sustanciales, como vivienda, no están de acuerdo. Al PNV no le gusta la Ley de Vivienda y el PSE la defiende a capa y espada.

Evidentemente. Si hay una ley que tiene sello socialista precisamente es la Ley de Vivienda, tanto en Euskadi, donde fuimos nosotros sus impulsores y la sacamos adelante con los votos de EH Bildu y UPyD, como en Madrid, ¿no? Para nosotros es una herramienta fundamental, sobre todo en estos momentos. Siempre he dicho que para poder hacer determinadas políticas hay que creérselo y afortunadamente el Departamento de Vivienda está en manos socialistas.

Pero las haciendas forales no.

En torno a las haciendas forales podríamos hablar mucho. Creo que esta cuestión nos interpela absolutamente a todos y a todas, y todos debemos actuar con máxima responsabilidad. Para poner en marcha determinados instrumentos hay instituciones y departamentos que tienen que aportar toda la información. Espero y deseo que a la mayor brevedad eso sea posible para poder poner en marcha los instrumentos que creo que está reclamando la sociedad vasca en una inmensa mayoría.

¿Teme que el PNV esté retrasando ofrecer los índices de referencia en alquiler?

No, no creo que sea algo particular de la vivienda. Ha pasado de manera constante a lo largo de la historia con diferentes partidos. Tenemos que romper con ese celo de las diputaciones a la hora de dar datos a instituciones comunes.

¿Y qué va a pasar con las negociaciones del ajuste fiscal?

Espero y deseo que salga adelante esa reforma fiscal. En los últimos días he hecho un llamamiento tanto a Elkarrekin Podemos como a EH Bildu, porque considero que hay margen para llegar a un acuerdo. Y, desde luego, el PSE está en disposición de acordar y de dialogar con ambas formaciones para hacerlo posible, porque es importante que las tres diputaciones cuenten con una fiscalidad armonizada y, sobre todo, que cuenten con esas mayorías que lo hagan posible. Creo que además, lo digo honestamente por parte del PSE, hay sintonía con ambos partidos a la hora de realizar determinados planteamientos. Por tanto, nosotros haremos el esfuerzo para acercar posturas y para poder llegar a un acuerdo.

¿Por qué se echó atrás el acuerdo a tres de Gipuzkoa?

Se intentaba buscar también una armonización de todos los acuerdos ¿no? Y de alguna manera, creo que en ese sentido tenemos que ir acompasados. Porque que se haya echado para atrás no quiere decir que no se vaya a producir ese acuerdo entre tres, pero no exclusivamente en un territorio, sino en todos, que creo que es lo que tenemos que buscar. Lo que no tendría sentido es que esta reforma fiscal saliera en términos diferentes en las tres diputaciones forales. Creo que esa clave la hemos entendido absolutamente todos, incluso la propia EH Bildu, con la que he tenido ocasión de dialogar al respecto. Hay recorrido todavía. Espero y deseo que el barco llegue a buen puerto.

¿Cree que su propuesta conjunta con el PNV garantiza que haya ingresos suficientes para el futuro?

Yo creo que sí. Evidentemente, ese cálculo se ha hecho. Dentro de una negociación existe un mínimo, y en estos momentos ese mínimo es el acuerdo al que hemos llegado PNV y PSE. Ahora trata de avanzar también en otros sentidos, y esos sentidos son los que puede apuntar Elkarrekin Podemos o EH Bildu. Pero, desde luego, los ingresos están plenamente garantizados, como no podía ser de otra manera. La fiscalidad es algo tremendamente importante y ahí sí que no se puede jugar a la irresponsabilidad.

¡Si casi todo son deducciones!

Son deducciones, pero también hay otro tipo de políticas que pueden recaudar. Es decir, no solo a través de la política fiscal se recauda, también hay otras vías recaudatorias y otras vías a través de las cuales se puede aportar. Al margen de las deducciones, dependiendo también de las políticas que hagas en el ámbito industrial, por ejemplo, puedes percibir un tipo de ingresos fruto del crecimiento.

¿Ha pensado en algún momento en que el PNV puede estar tentado de que no salga nada y al final le eche la culpa de todo a EH Bildu y listo?

Sería una irresponsabilidad jugar a eso. Esta reforma es necesaria. No creo que esa sea la clave del PNV.

¿Cómo van las conversaciones sobre la reforma estatutaria o el nuevo estatus?

Lo primero que tenemos que hacer es un análisis sobre el punto de partida. No partimos de cero sino de un trabajo hecho hace un par de legislaturas y que, desde luego, conviene revisar y conviene refrescar, porque durante la pasada legislatura también surgieron acontecimientos y se aprobaron leyes de corte social muy importantes que bajo nuestro punto de vista deberían de estar reflejadas, al igual que otras tantas, en el futuro texto del Estatuto. Las conversaciones en primer lugar deben ser discretas y, en segundo lugar, deben tener una carga de profundidad importante. Tanto en cuanto ya hay un trabajo hecho que creo que tenemos que contrastar con algunos otros grupos que podrían participar en ese acuerdo, porque cabe recordar que EH Bildu no estuvo en ese acuerdo que firmamos Elkarrekin Podemos, PSE y PNV.

¿Cómo está la cuestión del reconocimiento nacional y de los derechos históricos?

Lo del reconocimiento nacional es algo que a mí no me preocupa en exceso. Es decir, todo el mundo reconoce que España es un país plurinacional y que está dicho y reconocido tanto por la Constitución como por el Estatuto. Incluso si tuviéramos que darle otro tipo de redacción, el PSE no iba a tener ningún problema en hacerlo, porque de facto nosotros ya lo reconocemos. A estas alturas no creo que nadie ponga en tela de juicio que hay singularidades.

Joseba Díez Antxustegi dijo el jueves que lo que usted diga no importa. Que lo que importa es lo que tiene firmado el PNV con Pedro Sánchez. Que usted habla mucho.

(Ríe) Lo que yo le diría al señor al señor Antxustegi es que fuera un poquito más prudente, porque en algún momento especialmente cercano también han tenido intentonas de coger algún atajo con Madrid y les ha salido el tiro por la culata, como por ejemplo con la Ley de Educación y la Ley de Empleo. Si a estas alturas el señor Antxustegi no se ha dado cuenta de que cuando el PSE dice algo llega hasta el final, va mal. Así que le conviene ser un poco prudente, no sea que la realidad haga que al final el señor Antxustegi se pegue contra la pared.

En estas conversaciones que han tenido con el PNV y con EH Bildu ¿cree que el hecho de que vayan a cambiar a Andoni Ortuzar por Aitor Esteban, puede influir?

No, no. No debería. En todo caso, yo desde luego estoy expectante por ver cómo evolucionan los acontecimientos. No sé si el señor Esteban tiene intención de cambiar el rumbo en ese sentido o no. Veremos a ver qué pasa.

¿Puede Esteban ser más propicio a pactos con el PP?

No lo sé. Eso está dentro de la estrategia que deberá fijar el señor Esteban. Yo creo que no tendría mucho sentido que la política de alianzas cambiara en exceso, porque incluso la propia sociedad vasca no lo entendería. Desde luego, creo que las ha decidido en las últimas elecciones generales, están bastante recientes como para no darse cuenta de que en Euskadi la gente prefiere un gobierno del PSOE que del PP.

¿Hablando de elecciones, le he oído que solo se fía de la encuesta que paga el PSE?

Sí, claro, porque son las que nos dicen la verdad. Yo del resto me fío menos.

¿Ni de las de Lehendakaritza?

Bueno, que sean de Lehendakaritza no quiere decir que vayan a misa, ¿no? Recuerdo las de las últimas elecciones autonómicas, que esas encuestas decían una cosa y, después, la realidad fue muy muy distinta. Al PSE, por defecto, siempre, en todas las encuestas, nos dan por debajo de lo que después realmente ocurre. Desde luego, no les doy la mayor credibilidad.