El Ejército israelí ocupa los campos de refugiados y expulsa a su población
El Ejército israelí anunció que ocupará varios campos de refugiados del norte de Cisjordania durante un tiempo prolongado y que impedirá volver a los 40.000 palestinos que ha expulsado. La entrada de una disivión de tanques confirmó esta nueva escalada a la vez que en Gaza, Israel está a punto de romper la tregua al incumplir el compromiso de liberación de 620 prisioneros.

Israel ha hecho oficial la ocupación de los campos de refugiados del norte de Cisjordania y el desplazamiento forzado de sus residentes. El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, aseguró que la incursión militar iniciada el 21 de enero se prolongará durante todo 2025 y que los 40.000 palestinos desplazados hasta ahora de los campamentos de refugiados de Tubas, Tulkarem y Jenin no podrán regresar a sus casas.
Katz señaló que ha dado instrucciones al Ejército para que se preparen para una «estancia prolongada» en los campamentos.
En las últimas semanas, desde el inicio de esta ofensiva militar apodada por Israel «Muro de Hierro», unos 40.000 palestinos se han visto forzados a abandonar sus hogares en los campamentos de refugiados de Jenin, así como de Nur Shams, Tulkarem, y el de Faraa en Tubas.
La incursión con métodos de guerra está acompañada además de la destrucción de calles, viviendas e infraestructuras, siguiendo el patrón de devastación de los 15 de meses de ofensiva contra Gaza.
En Jenin, tras de un mes de asedio que ha provocado al menos 28 muertos, entre ellos civiles y niños, y 16.000 desplazados, una división de carros de combate entró ayer en la ciudad, el primer despliegue de este tipo desde el año 2002. El Ejército anunció que expandirá la ofensiva a localidades cercanas en esta gobernación del norte de Cisjordania.
Solo en este campamento de refugiados, las tropas israelíes han volado o derribado unos 250 bloques de viviendas, denunció su alcalde, Mohamed Jarrar, mientras que los campamentos de Tulkarem y Nur Shams han sufrido también daños significativos en las calles, el tendido eléctrico y en decenas de viviendas.
En aldeas cercanas a Jenin como Al Yamun o Silat Al Harithiya excavadoras israelíes destrozaron calles e infraestructura crítica. El gobernador de Jenin, Ahmad Zakarneh, por su parte, aseguró que Israel ha impuesto un toque de queda -que empezó ayer por la mañana- de 48 horas en la aldea de Qabatiya, al sur de la ciudad. Zakarneh también denunció que excavadoras israelíes destrozaron tiendas, casas, vehículos y parte del cementerio que se encuentra en la entrada de Qabatiya.
El dirigente de Hamas Mahmud Mardawi consideró la aparición de los carros de combate en Jenin como una prueba de la «ferocidad de la resistencia» que se ha convertido «en una pesadilla para sus militares». La Autoridad Palestina denunció que con la nueva operación de desplazamiento, Israel trata de redoblar y expandir su control en territorio ocupado.
El Gobierno israelí también suspendió las actividades de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Unrwa, en los campamentos. Al igual que durante incursiones militares israelíes pasadas, se vio obligada a detener el funcionamiento de sus clínicas y escuelas en un campamento que se ha convertido ahora «en un pueblo fantasma».
Los campos de refugiados del norte de Cisjordania son los mayores focos de la resistencia palestina en los últimos años.
ISRAEL INCUMPLE EN GAZA
A la vez que extiende la operación militar en Cisjordania, Israel sigue intentando romper el acuerdo de tregua en Gaza. A las vulneraciones por los obstáculos en la entrega de ayuda humanitaria y por las decenas de muertes causadas desde la entrada en vigor del alto el fuego en nuevos ataques, el sábado se sumó la suspensión de la liberación de 620 presos palestinos tras la puesta en libertad de seis israelíes.
Lo que parecía un retraso se convirtió en un deliberado incumplimiento del compromiso recogido en el acuerdo de alto el fuego.
De hecho, ayer el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que «estamos preparados para retomar los combates intensos en cualquier momento. Nuestros planes operativos están preparados». El Ejército elevó su nivel de alerta y preparación en la zona fronteriza de Gaza.
«En Gaza, eliminamos a la mayoría de las fuerzas organizadas de Hamas […] Terminaremos por completo los objetivos de la guerra, ya sea a través de la negociación o por otros medios», declaró el mandatario frente a una nueva promoción de oficiales, en Holon, en el centro de Israel, durante un acto retransmitido en directo.
Aprovechó para agradecer nuevamente al presidente estadounidense, Donald Trump, su ayuda militar. «Las nuevas armas defensivas y ofensivas nos ayudarán mucho a lograr la victoria total», recalcó.
Y añadió nuevas condiciones para cumplir el acuerdo y exige que «se garantice la liberación de los próximos rehenes y que se lleve a cabo sin ceremonias humillantes».
Hamas acusó a Israel de querer sabotear el pacto y de ponerlo en un grave peligro y pidió la implicación de los mediadores internacionales, en particular de EEUU.
Además de no haber liberado a los 602 presos, subrayó que lo más grave es que no ha comenzado las negociaciones para la segunda fase de la tregua, que debían de haber empezado el pasado 3 de febrero, cuando aún quedan 63 prisioneros israelíes.
«Refleja sus intenciones de evadir el acuerdo y amenazar con volver a la guerra», señaló el miembro de la dirección política de Hamas Basem Naim.
Aseguró que la entrega de cautivos israelíes se realiza de una forma «respetuosa y coherente» con sus valores, mientras que los detenidos y presos palestinos liberados con las manos atadas y los ojos vendados, «son sometidos a severas torturas y aislamiento antes de su liberación y sus familias amenazadas si expresaban cualquier tipo de alegría por la liberación de sus hijos».
Fuerzas israelíes suelen allanar las viviendas familiares de los palestinos liberados de Cisjordania y Jerusalén Este para restringir cualquier celebración por su regreso.
Además de este incumplimiento, un francotirador mató ayer a un menor de 16 años en Ciudad de Gaza cuando revisaba su casa. Otro palestino murió y cuatro más resultaron heridos por los disparos contra un vehículo de transporte de ayuda cerca del paso de Rafah. Desde que entró en vigor el alto el fuego, cerca de medio centenar gazatíes han muerto en ataques del Ejército.
Provocación de Israel en el funeral de Nasralah
Decenas de miles de personas se congregaron ayer en la Ciudad Deportiva Camille Chamoun, ubicada en el Dahye, los suburbios meridionales de Beirut, en el funeral del líder de Hizbulah, Hasan Nasralah, que Israel mató hace cinco meses y también al que iba a ser su sucesor, Hashem Safialdin, igualmente muerto en un ataque israelí.
Como relata Andoni Lubaki en la crónica publicada en NAIZ, muchos asistentes incluso acamparon durante la noche pese a las bajas temperaturas para asegurarse un lugar en el estadio con capacidad para acoger a más de 80.000 personas, en una ceremonia a la que asistieron el ministro de Exteriores de Irán, Abas Araqchi, y el presidente del Parlamento iraní, Mohamad Baqer Qalibaf, entre otras delegaciones internacionales.
«Que el enemigo sepa que la resistencia permanece, nunca parará hasta lograr sus objetivos», proclamó un representante del líder supremo de Irán, Ali Jamenei.
Miles de banderas de Hizbulah, Líbano y Palestina ondeaban al ritmo de canciones religiosas y gritos de apoyo a Nasralah mientras entraban al estadio los dos ataúdes entre llantos desconsolados de los asistentes, que lanzaron pétalos de rosa. Entre otros gritos, se pudo escuchar los de «muerte a América» y «muerte a Israel».
Israel no faltó a la cita con la provocación de aviones de combate que sobrevolaron a baja altura el estadio, lo que fue respondido con con gritos y gestos de rechazo.
«Los aviones de la Fuerza Aérea israelí que actualmente sobrevuelan los cielos de Beirut sobre el funeral de Hasan Nasralah están enviando un mensaje claro: quien amenace con destruir Israel y ataque a Israel, será su fin», afirmó el ministro de Defensa israelí, Israel Katz. «Vosotros os especializaréis en funerales, y nosotros en victorias», añadió. Además, el Ejército bombardeó el distrito de Tiro y las afueras de la ciudad de Ansar, en el sur de Líbano.GARA

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