Animar a seguir construyendo «alianzas contra el fascismo, el reaccionarismo y la opresión» es el eje de las movilizaciones convocadas por Euskal Herriko Mugimendu Feminista de cara al próximo 8 de marzo.

Así lo anunciaron ayer sus portavoces Iraitz Andiarena, Ekhiñe Petriati, Amaia Zubieta y Kenia Cordero, en una rueda de prensa en la que detallaron las manifestaciones que tendrán lugar en las capitales vascas esa jornada, a las que se suman las movilizaciones que se celebrarán en diferentes rincones de Euskal Herria.

En concreto, en Gasteiz la de comenzará a las 12.30 horas desde San Antón; a la misma hora partirá en Donostia desde el túnel del Antiguo; y en Iruñea lo hará a las 13.00 horas desde Antoniutti. Por la tarde, se celebrarán en Baiona a las 17.00 horas, desde la Estación, y en Bilbo a las 18.00 horas desde el Sagrado Corazón.

Las portavoces del Movimiento Feminista de Euskal Herria destacaron que, a pesar de que se han alcanzado «logros impensables hace unos años, las desigualdades persisten», de modo que «el sistema cisheteropatriarcal, capitalista, colonialista y racista sigue refundándose», por lo que, dijeron, «es hora de acabar con las opresiones que sufrimos las mujeres, trans y bolleras».

En este sentido, alertaron de que «podemos ver un aumento de la extrema derecha, del fascismo y de las actitudes reaccionarias en diferentes ámbitos y sectores», y que incluso en «algunos sectores de la izquierda estamos viendo contrariedad con el feminismo y el aumento de los discursos racistas». De igual manera, lamentaron que «las actitudes y posicionamientos belicistas también han cobrado fuerza en los últimos años, lo que nos lleva directamente a aumentar las violencias que sufrimos contra nuestros cuerpos y territorios».

TRES GRANDES EJES

A su juicio, este en el que vivimos es un sistema que «nos oprime constantemente» y que tiene tres grandes ejes. El primero que citaron es el de la violencia machista, y ante ella exigieron que se acaben «las situaciones de agresión y subor- dinación que sufrimos», como «las agresiones, la brecha salarial, el trabajo no remunerado, los techos de cristal».

Un segundo eje es «la crisis ecosocial que estamos viviendo» y que está provocada, expusieron, «por el capitalismo, el patriarcado y el colonialismo en su fase neoliberal». Un sistema «que acaba con la vida, tanto de las personas como de la naturaleza misma».

Y en tercer lugar, denunciaron «las políticas migratorias que perpetúan el actual sistema racista y colonial», por lo que reivindicaron que se acabe con la Ley de Extranjería y que se combatan «las actitudes racistas que reivindican la necesidad de más policías en nombre de la seguridad». Además, mostraron su solidaridad con «las compañeras de diferentes pueblos que luchan y resisten en conflictos del mundo», como pasa en lugares como «Palestina, Sahara, Kurdistán...».

Por todo ello, animaron a tomar las calles el 8M y a gritar «en voz alta que estamos hartas». E instaron a seguir «construyendo alianzas en estos tiempos llenos de fascismo, reaccionarismo y opresión». «Juntémonos, construyamos redes pueblo a pueblo, barrio a barrio y asamblea a asamblea. Unamos fuerzas para construir un pueblo y una sociedad feminista», emplazaron.

Concluyeron la comparecencia señalando que «hace tiempo que emprendimos este camino y no tenemos ninguna intención de dar un paso atrás. Contra el fascismo, estamos armadas de valentía y alianzas feministas».