Kiev acepta un alto el fuego de 30 días y EEUU reanuda su ayuda
Ucrania aceptó un alto el fuego de 30 días que ahora depende del visto bueno de Rusia. Donald Trump aseguró que intentará convencer a Vladimir Putin en las próximas horas. En una negociación tras las últimas tensiones, Washington se comprometió a continuar la ayuda militar y de Inteligencia a Kiev, que prologó la reunión con su mayor ataque de drones contra Rusia.

Ucrania aceptó ayer una propuesta de EEUU para que tanto Kiev como Moscú declaren un alto el fuego inmediato de 30 días de duración, una iniciativa que ahora le será presentada al Kremlin. El texto subraya que «la reciprocidad rusa es clave para lograr la paz».
A la vez, EEUU se comprometió a reanudar «inmediatamente» el intercambio de datos de Inteligencia y asistencia de seguridad con Ucrania que había suspendido.
La declaración conjunta publicada resumía así las conversaciones llevadas a cabo en ciudad de Jedah, en la costa del mar Rojo, en las que participaron el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, y el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andriy Sybiga.
«Lo más importante es que Ucrania acaba de aceptar un alto el fuego. Ahora tenemos que ir a Rusia y esperar que, con suerte, el presidente Putin también lo acepte. Y así podremos poner esto en marcha», afirmó el mandatario de EEUU, Donald Trump, tras un acuerdo que sigue a las últimas tensiones entre los hasta ahora estrechos aliados.
Trump afirmó que hablará con el presidente ruso, Vladimir Putin, esta misma semana y anunció reuniones con la parte rusa desde ayer mismo
«Ahora dependerá de ellos (Rusia) decir sí o no. Espero que digan que sí y, si lo hacen, creo que habremos avanzado mucho. Si dicen que no, entonces sabremos, por desgracia, cuál es el impedimento para la paz aquí», declaró el secretario de Estado. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, por su parte, pidió a Washington que convenza a Putin para que también haga lo propio.
Las delegaciones de Ucrania y EEUU abordaron, asimismo, las labores de socorro y asistencia humanitaria que se desarrollarían durante el periodo de alto el fuego, incluido el intercambio de prisioneros de guerra, la liberación de los civiles detenidos y el regreso de los menores ucranianos desplazados por la fuerza a Rusia.
Marco Rubio también comunicó a Ucrania que el pacto de exploración de recursos minerales, que tenían previsto rubricar a finales del mes pasado en Washington, quedará listo para ser firmado.
Ucrania llegó a las conversaciones en Arabia Saudí en un momento de retroceso en el frente y proponiendo un alto el fuego parcial que suspendería los ataques aéreos a larga distancia contra el sistema energético y otras infraestructuras, y excluiría también la posibilidad de seguir librando la guerra en el mar.
Antes de este encuentro, el Kremlin había indicado que depende de Ucrania «demostrar que está lista para hacer la paz».
Mientras tanto, Trump ha ido moderando su presión sobre Ucrania. Tras la escena ante las cámaras con Zelenski en el Despacho Oval, anunció la suspensión de la ayuda militar a Kiev y el intercambio de Inteligencia, lo que -de llevarse a cabo- supondría un duro golpe a las posibilidades de Ucrania en el campo de batalla.
Sin embargo, el enviado especial de EEUU para Oriente Medio, Steve Witkoff, aseguró el lunes que Washington no ha dejado de compartir Inteligencia con Kiev y el propio Trump aseguró que su Gobierno ya estaba a punto de levantar la suspensión. Además, después de la humillación pública a Zelenski, amenazó a Moscú con nuevas sanciones.
Según “The New York Times”, la falta de información ya ha debilitado la capacidad de Kiev para interceptar drones y misiles rusos.
TRES MUERTOS EN UN ATAQUE MASIVO CON DRONES A RUSIA
Ucrania, por su parte, prologó la reunión en Jedah con un ataque masivo con aviones no tripulados, que tuvo como objetivo Moscú y su región, así como la zona de Kursk.
Con este ataque, el mayor contra Rusia desde la invasión de Ucrania, que dejó 3 muertos y 18 heridos, incluido un niño, apenas unas horas antes de la reunión en Jedah, Ucrania dijo que espera forzar a Putin a aceptar la tregua aérea y marítima que había propuesto.
Varios edificios residenciales fueron alcanzados en las ciudades de Vidnoye, Domodedovo, Ramenskoye y el pueblo de Sapronovo. Moscú calificó el ataque como «un fracaso» y señaló que 343 drones fueron derribados.
Entre los objetivos se encontraba la infraestructura del oleoducto Druzhba, que conecta Rusia con Europa Central y Oriental, y los suministros se suspendieron durante varias horas.
Los cuatro principales aeropuertos que dan servicio a Moscú fueron cerrados como medida de precaución durante más de cuatro horas y 83 aviones fueron desviados.
Rusia acusó a Ucrania de intentar mostrar una «posición de fuerza» en momentos en que sufre derrotas en el campo de batalla. El Ministerio ruso de Exteriores dijo estar seguro de que el ataque fue planificado de antemano y estaba vinculado a la reunión ucraniano-estadounidense.
36 jefes militares apelan a la OTAN
Los jefes militares de 36 países -la gran mayoría mayoría europeos pero también de Canadá, Australia, Japón y Nueva Zelanda- reunidos en París coincidieron en que las garantías de seguridad que se den a Ucrania estén vinculadas a la OTAN. La conclusión intenta reforzar la postura de Kiev en una eventual negociación. Los participantes coincidieron en que las garantías de seguridad «sean creíbles y a largo plazo» y ligadas a la Alianza Atlántica y a sus «capacidadese militares». Además, esas garantías deben estar acompañadas de «un apoyo sin fisuras al Ejército ucraniano», añadieron.
La reunión de los jefes de Estado Mayor fue a puerta cerrada, pero el anfitrión, el presidente francés, Emmanuel Macron, quiso dar su respaldo político acudiendo ante las cámaras a saludarles y pedirles «pasar del concepto al plan». Macron, que abrió el debate tabú sobre la oferta para compartir las capacidades nucleares francesas, recalcó a los reunidos que ha llegado el momento de «asumir nuestras responsabilidades» La cita de París, organizada en paralelo al Foro de Defensa y de Estrategia, tuvo como origen la iniciativa franco-británica para «ofrecer garantías de seguridad robustas a Ucrania», en respuesta a la inflexión del presidente de EEUU, Donald Trump, en su apoyo a Kiev. El ministro francés de Defensa, Sébastien Lecornu, insistió en tener en cuenta «la imprevisibilidad del amigo estadounidense». Algunos de los socios agitan una supuesta amenaza de Rusia hacia otros Estados europeos más allá de Ucrania. Hasta ahora, los países que han manifestado su disposición a enviar tropas de interposición a Ucrania en caso de que se firme un acuerdo paz son apenas el Estado francés, Gran Bretaña y Dinamarca.GARA

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