La Diputación Foral de Gipuzkoa presentó ayer el proyecto de conexión entre la A-15 y la N-I en el entorno de Bazkardo, en Andoain, que reorganizará la confluencia entre estas dos carreteras mediante una estructura en lazo.

Actualmente se generan en este punto importantes retenciones en dirección Iruñea-Gasteiz, ya que la N-I es incapaz de absorber los vehículos que se tratan de incorporar procedentes de la variante del Urumea. Ello ha dado pie a protestas vecinales, que denuncian que además la localidad de Andoain queda partida y llaman a buscar soluciones desde hace años.

El proyecto fue dado a conocer por la diputada general, Eider Mendoza, y el diputado de Infraestructuras Viarias y Estrategia Territorial, Félix Urkola. La solución planteada «prioriza un menor impacto y permite acabar con las retenciones en Bazkardo», que en palabras de Mendoza representa «el mayor foco de atascos diarios de todo el territorio de Gipuzkoa».

Según la institución foral, con el nuevo diseño «se prevé una mejora significativa en la funcionalidad y capacidad, garantizando una circulación más fluida y minimizando las afecciones a la trama urbana de Andoain, ya que todo el enlace se desplaza más al norte».

Se estima que el lazo absorberá alrededor de 18.500 vehículos diarios del tráfico procedente de la A-15 en dirección sur. En total, por este tramo circulan hasta 70.000 vehículos al día.

INVERSIÓN DE 43 MILLONES

El coste estimado del proyecto asciende a 43 millones de euros. Según el calendario previsto, la redacción del proyecto se llevará a cabo en el segundo semestre de 2025, mientras que la licitación de los trabajos y su comienzo será a lo largo de 2026.