Cal y arena en el cierre de la 24ª jornada de Liga F. Sonríe el Athletic, que se marcha al parón celebrando su segunda victoria consecutiva para mantenerse a un punto de la tercera plaza y llora la Real, que acumula ya dos meses sin poder ganar y apenas ha sumado dos puntos en las ocho últimas jornadas.

DOBLETE

Se le estaba atragantando la condición de local al Athletic, que había perdido cuatro de sus cinco últimos partidos en casa. Pero un doblete de Azkona le permitió reconciliarse con Lezama, dándole la victoria en un partido al que llegaba con presión añadida tras haber ganado la víspera el Atlético su partido y en el que Itsaso Miranda debutó como leona.

Ante un Deportivo que, por el contrario, se encontraba con una gran oportunidad para alejarse del descenso tras la derrota de los tres únicos equipos que tiene por detrás, el equipo bilbaino quiso demostrar desde el principio quién manda en casa y por qué está muy por delante de su rival en la tabla. Y, efectivamente, el balón y la batuta fueron suyos, pero el Depor, que se protegió con dos líneas muy juntitas y repletas de gente, logró que la primera media hora se consumiera sin ocasiones claras.

En la recta final del primer tiempo, el Athletic aumentó un puntito la intensidad y la verticalidad para empezar a generar peligro. Fue a más tras el descanso y Azkona lo recompensó rematando primero un balón en profundidad de Sara Ortega y tocando después un balón de Elexpuru que la portera local no acertó a despejar. De ahí al final, siempre estuvo más cerca el tercero local que el primero visitante.

A LA CUARTA, TAMPOCO

Lo tenía complicado para romper su mala racha la Real y aunque durante un buen rato se mantuvo viva, por lo ajustado del marcador y porque generó buenas ocasiones, acabó encajando su cuarta derrota del curso ante el Real Madrid.

El partido empezó como la semifinal de Supercopa y la visita liguera del Real Madrid a Zubieta, con gol tempranero de las blancas. En el minuto tres encontró Weir un agujerazo para marcar el 1-0.

Se armó de paciencia la Real, a la que le faltaba algo de ritmo y profundidad, pero que en un par de buenos centros de Eizagirre sembró la inquietud en la zaga local y animó a su propio equipo. Ninguno de los dos rivales estuvo fino en la salida de balón y las ocasiones se repartieron. También en el arranque del segundo tiempo, cuando Misa y Lete evitaron el gol.

El partido se acabó con los cambios locales. Athenea, Bruun y Moller metieron oxígeno y dinamita y, con la colaboración de la zaga txuriurdin, sentenciaron con dos goles en cuatro minutos.