Raimundo FITERO
DE REOJO

Vértigos circundantes

Gritos, susurros, silencios dolosos. Si la realidad no nos engaña, el sábado día cinco de abril se produjeron en todos los Estados Unidos de América, mil cuatrocientas manifestaciones simultáneas para protestar contra las barbaridades perpetradas por el actual presidente Donald Trump. ¿Son muchas o son pocas? Depende. Lo más importante a mi entender es que parte de la ciudadanía de USA se está dando cuenta de que todo el espectáculo de este emperador anaranjado es contra ellos, que lo que pretende es ser el principio y el final de todas las decisiones, en convertir en autárquico su mandato y eliminar cualquier resquicio de equilibro democrático.

Un plan que no es una improvisación, sino que cuenta con estudios previos, decisiones estructurales, aunque en su ejecución se use un sistema aleatoria casi infantil, pero de repercusiones todavía inconcebibles. Los objetivos finales no se vislumbran, pero se empiezan a intuir algunos movimientos que pueden conmocionar todo el sistema económico mundial. Todo este viaje al pasado político y de relaciones internacionales se compadece muy mal con los avances tecnológicos.

En el campo de la computación, de los ordenadores, lo que parecía ser lo último, los que utilizan la física cuántica han quedado desplazados por ordenadores biológicos que huyen del silicio y usan las neuronas humanas. He revisado la noticia con mucha distancia y escepticismo, pero conforme me adentraba en el relato del hallazgo, han ido estallando en mi cabeza neuronas sueltas y he entrado en pánico con vértigos circundantes. ¿Hacia dónde vamos?