«Reprimenda» electoral a Marcos Jr. por su disputa con los Duterte
Las elecciones de mitad de mandato en Filipinas han sido una «reprimenda» para el presidente, Ferdinand Marcos Jr., por su enfrentamiento con el clan de su predecesor, Rodrigo Duterte, que ha logrado la alcaldía de Davao, pese a estar bajo custodia en La Haya.

«Puede que no hayamos ganado todos los escaños, pero nuestro trabajo y misión continúan», reaccionó ayer el presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., en un comunicado en el que citó a su padre, el fallecido dictador de nombre homónimo, para llamar a la unidad tras la «reprimenda» recibida en las elecciones de mitad de mandato del lunes. El exmandatario Rodrigo Duterte ganó la Alcaldía de Davao, su localidad natal, y sus candidatos lograron mejores resultados de los esperados en el influyente Senado.
La campaña estuvo marcada por la enemistad entre Marcos Jr. y la vicepresidenta, Sara Duterte, y por el arresto del expresidente por orden de la Corte Penal Internacional y su traslado a La Haya, donde está detenido acusado de crímenes contra la humanidad.
Con el 97% de los resultados preliminares escrutados, los candidatos al Senado impulsados por la alianza de Marcos apenas lograron cinco de los doce escaños en liza.
«Parecía que la alianza en el poder iba hacia una victoria fácil. Ahora, los resultados parecen más una reprimenda», dijo a Efe Sol Dorotea Iglesias, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Filipinas.
Los comicios, en los que además de la mitad del Senado se elegían la Cámara Baja del Congreso y 18.000 puestos locales, eran un referéndum a las políticas de Marcos Jr. tras llegar al poder en 2022 junto a Sara Duterte, una alianza exitosa que empezó a desmoronarse y explotó en noviembre.
El clan Duterte se jugaba su supervivencia política. Según Iglesias, «ha recibido una suerte de impulso» en el Senado y una consolidación de su base política en Mindanao. Además, ha colocado a tres candidatos afines en la Cámara Alta.
La inclusión en el último momento en la lista del expresidente de dos candidatas que participaban del lado de Marcos implica un empate a cinco senadores.
Pero si Marcos Jr. adoptó un tono derrotista, Sara Duterte mostró una decepción similar, quizá porque dos de sus senadores son adhesiones de último momento y, en la turbulenta política filipina, de lealtad cuestionable.
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