Arturo PUENTE
Periodista
JOPUNTUA

El clima exige que elijamos bando

Una protesta congregó hace unas semanas a grupos ecologistas, agricultores y activistas «por la tierra» de muy diferentes tipos para oponerse a la fábrica de componentes de baterías, aún en proyecto, en la localidad tarragonesa de Mont-roig. Trataron de generar un fuerte impacto y, desde luego, lo consiguieron, aunque quizás no el que esperaban. El objetivo escogido, un plan industrial que, con todos sus problemas, forma parte sin duda del ecosistema de las renovables.

La elección de la fábrica de Lotte dividió a los movimientos ecologistas catalanes y, diría, incluso a las diferentes mutaciones de la izquierda y del independentismo. A nadie se le escapa que, al señalar una fábrica de baterías eléctricas y no, por ejemplo, la industria petroquímica que está solo 20 kilómetros más al norte, los convocantes buscaban precisamente esto, generar una división o, al menos, una discusión que no hubieran tenido de protestar contra un enemigo común.

Pero eso, claro, obliga a entrar en materia. Porque, ¿realmente tiene algún sentido oponerse a un proyecto para fabricar baterías de litio, un componente básico para la descarbonización? Dicho de otra manera, ¿es estratégico para la izquierda o para el ecologismo luchar contra el capitalismo de la descarbonización? Y creo que la respuesta más sensata es que, mientras coexista con otro capitalismo que es el del CO2 y las emisiones sin fin, es absurdo centrarse en el primero. Y, en cierta medida, cómplice, o al menos tonto útil del peor de los dos males.

Pienso mucho últimamente en aquella frase de Voltaire que decía que lo bueno es enemigo de lo mejor. Lo mejor es que no hagan falta fábricas de baterías, que tienen grandes perjuicios, pero lo bueno, en este caso, difícilmente es gastar las pocas balas que tenemos en eso. La crisis climática tiene una doble dimensión en la que nos podemos estampar porque, por un lado, hace muchas veces más complejo el campo de la política y, por otro, exige con urgencia que elijamos un bando entre lo malo y lo peor.