Mikel MARTINEZ DE TRESPUENTES FOKU
BEGIRADA

El color de piel no importa. ¿Y el de la camiseta?

En el marco de la final de la Europa League en Bilbo, Acnur apadrinó el martes un partido entre refugiados. Una iniciativa sugerente en la que, sin embargo, alguien de la organización consideró oportuno vestir a los jugadores con la camiseta de la selección española. Un gesto colonial feo. Ojalá España tuviera con todos la doctrina de asilo que tiene con los deportistas de élite y dejase que cada cual represente al país que quiera. Si no, es una irresponsabilidad meter sus ‘obsesiones nacionalistas’ en un tema así.