Zornotza recuerda a Jon Idigoras y reclama un reconocimiento institucional a su figura
Jon Idigoras Gerrikabeitia sigue muy presente en la memoria colectiva por su aportación militante. Veinte años después de su muerte, vecinos y vecinas de su Zornotza natal demandan un reconocimiento institucional a su figura. Referentes de la izquierda abertzale le recordaron en un acto, donde se incidió en su enorme compromiso.

Veinte años después de la muerte de Jon Idigoras, la huella dejada por este militante histórico de la izquierda abertzale sigue siendo profunda como lo atestiguan los recuerdos de otras personas referentes en este país como son Txutxi Ariznabarreta, Martín Garitano y Tasio Erkizia presentes ayer en el acto que se desarrolló en la Herriko Plaza de Zornotza. Allí, vecinas y vecinos solicitaron un reconocimiento institucional para el hijo de Juanita Gerrikabeitia, denominando con su nombre a un paseo en el parque de Jauregibarria.
Mañana se cumplen dos décadas de que un enfisema pulmonar acabara con la vida de un obrero indomable que fue referente público del independentismo de izquierdas. Coincidiendo con esta efeméride, su localidad natal acogió ayer un acto en el que se glosó su trayectoria militante en el sindicalismo y en la política.
Como dijo Erkizia, que compartió momentos duros con el homenajeado, rememorando los mensajes laudatorios del lehendakari Imanol Pradales hacia la figura de Pepe Mujica, también Idigoras los merece, como Santi Brouard, Josu Muguruza, Txomin Ziluaga o Periko Solabarria, a quienes les tocó situarse al frente de la «dirección colectiva» de la izquierda abertzale en la lucha por la liberación nacional y social del país.
Erkizia, que comenzó su intervención con unos bertsos en memoria de su compañero en la Mesa Nacional de Herri Batasuna, advirtió de la importancia no solo de la representación institucional, sino de la lucha en las fábricas, en los pueblos, de las movilizaciones de la juventud para caminar hacia la ansiada libertad, práctica cotidiana en la vida del zornotzarra.
A este respecto puso dos ejemplos, uno el de la reivindicación de un salario mínimo propio, que necesitará el respaldo institucional pero también de la movilización social; y el del euskara, del que dijo que además de las leyes que se promuevan en los parlamentos, necesita que la gente lo emplee en su vida cotidiana.
EL PAPEL DE LA CLASE TRABAJADORA
Para arrancar el acto, Txutxi Ariznabarreta, en la actualidad alcalde de Arrankudiaga-Zollo, con una dilatada militancia sindical en LAB y en el movimiento independentista, habló de la aportación de Idigoras a ese sindicato sociopolítico que cofundó con Joselu Cereceda, Martín Auzmendi y Xabier Elorriaga. «Tenía claro cuál era el papel de la clase trabajadora en los avances políticos y sociales», destacó, añadiendo que a pesar de su responsabilidad en HB «siempre estuvo mirando al sindicato».
Al igual que luego lo hizo Garitano al aportar detalles de su perfil más humano, Ariznabarreta subrayó el «humor revolucionario» del que hizo gala el zornotzarra. «Aún en los peores momentos, siempre había espacio para la ironía», señaló. «En su trayectoria militante nunca perdió el humor», insistió, asintiendo el comentario muchas de las personas presentes.
Dirigiéndose a quienes identificó como «mucho veterano de la vieja guardia desde la época del franquismo», manifestó que «aquí seguimos de pie y luchando», admitiendo que muchas peleas se han perdido pero también ha habido victorias. A punto de concluir su intervención, Ariznabarreta recordó una frase de Idigoras, en la que reconocía que «alguna batalla perderemos, pero la guerra nunca».
El periodista Martín Garitano forjó una sólida amistad con Idigoras, confesando que veinte años después de su fallecimiento le viene a la cabeza muchos recuerdos de su carácter. Relató dos anécdotas del modo en que afrontaba la vida y no ocultó el privilegio que fue para él ser su amigo. Apuntó un detalle de su carácter alegre: fueron escasas las veces en las que le vio llorar.
LA MAKILA DE ALTSASU
Ayer también GARA estuvo presente en el acto de Zornotza, pues en el estrado de la Herriko Plaza permaneció apoyada la makila que en septiembre de 1998 Jon Idigoras como impulsor de EHKE, promotora de medios de comunicación como el nuestro, entregó en las campas de Altsasu a las y los trabajadores del Egin silenciado en la que se había grabado la leyenda ‘‘Egin, egingo dugu’’.
Esa makila es la que levantó, primero en el parque de Jauregibarria y luego en la Herriko Plaza, la veterana Mari Carmen Uranga para reivindicar entre aplausos e irrintzis un reconocimiento institucional en su localidad natal para Jon Idigoras Gerrikabeitia.

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