Pedro Sánchez apuesta por contener la crisis de corrupción limitando su alcance a la Secretaría de Organización del PSOE, con una reestructuración de urgencia en la dirección del partido y con una batería de medidas con las que busca atajar el escándalo sin ceder a la demanda de un adelanto electoral. Una opción que, según él, «solo facilitaría una mayoría de PP y Vox».

La Comisión de la Ejecutiva Federal se reunió ayer en Ferraz tras días de presión creciente por la dimisión del exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, señalado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil como responsable del cobro de mordidas por adjudicaciones de obra pública.

Tras el encuentro, que duró más de cuatro horas, Sánchez compareció para defender que en el PSOE «podemos cometer errores o sufrir traiciones, pero es una organización limpia» frente a la corrupción. Marcaba así diferencias con la actitud del PP en escándalos previos, pasando a la ofensiva contra el líder de la oposición. «Nosotros no destruimos pruebas a martillazos», declaró, en referencia al episodio en el que se rompieron los discos duros que había en la sede del PP de Génova en tiempos de Luis Bárcenas.

«El PSOE es una organización limpia y este es el único caso hasta la fecha de supuesta corrupción que afecta a mi organización desde que tengo el honor de dirigirla», subrayó en alusión a la situación provocada por la salida de Cerdán.

Ante el escándalo que rodea a Koldo García, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, Sánchez confirmó la nueva cúpula de la formación, que contará con Cristina Narbona, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Hana Jalloul, Juan Francisco Serrano, José Ramón Gómez Besteiro y Esther Peña. El Comité Federal para renovar la dirección será el próximo 5 de julio en Madrid.

Además de la remodelación interna, Sánchez anunció la expulsión de José Luis Ábalos del partido -tras 15 meses de expediente-, y recordó que ayer mismo Santos Cerdán entregó su acta de diputado. El político navarro también se dio de baja en el PSOE.

El presidente del Gobierno español comentó que «la Justicia hablará», y negó que comisiones irregulares en la trama Koldo pudieran llegar a las cuentas del partido.

Entre otras medidas, Sánchez detalló que el PSOE someterá sus cuentas a una auditoría independiente y externa que posteriormente se hará pública y reforzará sus mecanismos internos con una «triple verificación» en los procesos de contratación.

A nivel parlamentario, solicitó su propia comparecencia ante el Congreso y anunció formalmente la creación de una comisión de investigación sobre el denominado «caso Koldo». Además, indicó que realizará una ronda de consultas con los socios que apoyaron su investidura.

COMICIOS Y MOCIÓN

Frente a las voces que piden elecciones, Sánchez reivindicó la estabilidad de su Gobierno, el buen rumbo económico del país, y la necesidad de seguir impulsando políticas en medio del bloqueo institucional promovido -a su juicio- por la derecha y la extrema derecha.

«La alternativa a este Gobierno es un Ejecutivo reaccionario que se alimenta del fango y de la mentira», afirmó ante los suyos. Por eso, defendió su decisión de no disolver las Cortes e instó al PP a presentar una moción censura que hoy no contaría con los apoyos necesarios.

«Si me permiten un consejo, que tanto el señor Feijóo como el señor Abascal presenten esa moción de censura cuanto antes. Porque después del verano a lo mejor empiezan a sucederse las resoluciones de muchas de las causas que tienen al PP pendientes y entonces se verá quiénes son los delincuentes de verdad», lanzó durante su comparecencia, en la que no dudo en pasar al ataque contra la formación de Alberto Núñez Feijóo.

Es más, Sánchez exclamó que «lo democrático no es hacer dimitir al rival con algunas verdades y muchas mentiras impulsadas por una coalición de lobbies oscuros», sino atreverse a utilizar la moción de censura.

Volvió a pasar a la ofensiva y exhortó a PP y Vox que si «quieren tener un mínimo de credibilidad» en materia anticorrupción comiencen «exigiendo las dimisiones» de los presidentes autonómicos que, según ha dicho, están inmersos en «casos de corrupción, de financiación irregular o de negligencias» en la gestión de catástrofes, en alusión a Carlos Mazón e Isabel Díaz Ayuso.

«Las elecciones son cada cuatro años. Así ha sido y así seguirá siendo. No vamos a romper la estabilidad de un gran país como es España, que vive uno de los mejores momentos de las últimas décadas, para dejarlo en manos de la peor oposición que ha tenido este país», sentenció.

Por otro lado, Sánchez ha expresado en nombre de la dirección del PSOE la «repugna» y la «indignación» por los audios entre Ábalos y García en el que ambos hablan de intercambiarse mujeres. «Son absolutamente incompatibles con los valores feministas de esta organización y con nuestra identidad como partido»