El echo de que una película de animación china como “Ne Zha 2”, creada fuera del circuito de Hollywood, arrase en taquilla como un fenómeno imparable pone en evidencia la fragilidad del mercado global frente al poderoso dominio que ejerce China en términos de recaudación cinematográfica. Otra cuestión bien distinta es si la propuesta está a la altura de las cifras que la respaldan (spoiler: sí, aunque con ciertos peros).

Es la secuela de la exitosa película “Nezha”, basada en la mitología china y que conquistó al público con una mezcla de tradición y modernidad. Esta segunda entrega continúa explorando la figura de Nezha, un personaje complejo que representa la lucha interna entre el destino y la voluntad propia, aunque ahora se adentra en un territorio más contemporáneo y psicológico.

Desde un punto de vista técnico, la película mantiene un nivel muy alto en animación y diseño visual, resultando un verdadero deleite para la vista.

El trabajo de animación combina lo mejor de la tecnología digital con un estilo estético que remite a la cultura tradicional china, sin caer en lo meramente ornamental.

La fluidez en las secuencias de acción y el cuidado detalle en los escenarios reflejan la madurez que ha alcanzado la industria de la animación china, capaz de competir con producciones internacionales en calidad visual.

Los personajes están mejor desarrollados en esta segunda entrega, especialmente Nezha, y el guion logra darles humanidad sin caer en clichés o estereotipos fáciles.

Aunque no es una película perfecta -tiene algunos problemas con el ritmo, la duración y la claridad de la historia-, su ambición y la calidad técnica la convierten en una propuesta destacada dentro del cine de animación a nivel mundial.