Después de que la votación de la víspera se saldara con el respaldo a parar al considerar que la oferta de la empresa TCC no es suficiente, la plantilla del transporte urbano comarcal de Iruñerria dio inicio ayer a una huelga indefinida.

Las principales reivindicaciones pactadas por todo el comité de empresa -UGT (6 representantes), CCOO (4), ELA (3) LAB (2) y ATTU(2)- comprenden un aumento salarial conforme al IPC real, además de recuperar el 5,38% de salario que se recortó en 2010.

Las demandas incluyen también fijar una cobertura para las bajas del 100%, una reducción de la jornada encaminada a conseguir las 1.592 horas de trabajo anuales, mejoras en el sistema de turnos y en los pluses de nocturnidad y festivos, y establecer un control de las jornadas de trabajo donde se concreten los descansos.

Tras comenzar el paro indefinido, desde la empresa se trasladó que se estaban produciendo episodios de «falta de puntualidad, debido a piquetes que retrasaban la salida de los autobuses de las instalaciones», además de confirmar que se estaban respetando los servicios mínimos establecidos, garantizando la movilidad de las personas usuarias dentro de las condiciones previstas.

El comité de empresa, por su parte, aseguró que el paro estaba transcurriendo «conforme a lo previsto», que el seguimiento era «del cien por cien» y que los usuarios de las villavesas «parece que comprenden que estamos poniendo de nuestra parte».

MEDIACIÓN

Mientras tanto, los trabajadores están «esperando a que alguien se ponga en medio entre la empresa y nosotros a ver si puede ayudar a negociar», con el objetivo de que se acerquen posturas y finalizar con el paro.

Los servicios mínimos para ayer eran de un 40% en hora valle y un 60% en hora punta con respecto a un día laboral. La empresa advirtió de que los horarios y frecuencias podían sufrir variaciones en función del desarrollo de la jornada.

Los trabajadores ya habían tenido un gesto de buena voluntad al retrasar un día la huelga, con el objetivo de que las negociaciones llegasen a buen puerto, pero la última propuesta de TCC no terminó de convencerles, votando 264 a favor de la huelga, frente a 148 en contra.

Los contactos entre la parte empresarial y laboral fueron continuados a lo largo de los pasados días, si bien la plantilla ha venido denunciando la postura «inmovilista» de la empresa TCC.

De continuar el paro a lo largo de los próximos días, coincidirá con las fiestas sanfermineras, una época del año en la que los ciudadanos suelen usar de manera más habitual el transporte urbano al ser el centro de la ciudad bastante menos accesible durante esas fechas.

El alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, ya apeló con anterioridad a ambas partes para que se buscase una solución, al considerar que la huelga podría generar una situación «complicada» durante los sanfermines.