La manifestación, que partió pasado el mediodía de ayer desde los cines Golem y concluyó en la Plaza del Castillo, estuvo encabezada por un ataúd simbolizando la «muerte» de la planta y, en su transcurso, los participantes corearon consignas como «BSH no se cierra», «Eskirotz ez itxi» y «ya no hay amigos en Balay». Además, a su inicio, conductores de TCC en huelga mostraron su solidaridad y aplauso con los manifestados.

Previamente, el presidente del comité de empresa, Juanjo Hermoso de Mendoza, recordó que se está confeccionando un contrainforme para responder a los argumentos esgrimidos por la empresa para justificar el cierre de la fábrica, y también que este próximo lunes está prevista en Bruselas una reunión entre los gabinetes técnicos de la comisaria de empleo e industria y los responsables de Bosch, «de la que esperamos salga algún tipo de movimiento condicionando a la multinacional».

Asimismo, avanzó que se va a aprovechar el escaparate mundial que suponen las fiestas sanfermineras y especialmente el acto del chupinazo para exponer ahí su problemática, si bien no quiso desvelar nada más sobre en qué consistirá dicha protesta. «Mantenemos nuestra reserva y prudencia para que todo salga como nos gustaría, desde un punto de vista de impacto social y de eficacia», indicó.

UN CENTENAR DE BAJAS

Ya desde el kiosko de la Plaza del Castillo, de nuevo Hermoso de Mendoza se dirigió a los congregados en una primera alocución muy emotiva en la que denunció que «llevan siete meses tratando de destrozar y enfrentar a la plantilla, además de borrarnos la sonrisa, pero no lo van a conseguir».

«Vamos a continuar haciendo frente a este proceso con firmeza y determinación. Lo vais a tener muy difícil porque vamos a seguir ahí y va a ser muy duro también para vosotros», se dirigió directamente a los responsables empresariales, entre los aplausos de los manifestantes.

Tuvo un recuerdo para aquellos compañeros que se encuentran de baja -los cifraron en un centenar- y, en especial, para tres casos particulares, cuyos nombres de pila mencionó, todo ello como consecuencia «del sufrimiento psicológico al que nos está sometiendo la empresa».

Llamó a continuar con la lucha en sanfermines. «Tenemos que combinar la fiesta con la lucha. Jaiak bai, borroka ere bai», expresó de manera contundente. Y finalmente agradeció el apoyo que reciben a diario de su entorno más cercano. «Sin vosotros no hubiéramos llegado hasta aquí», indicó.