El 9 de julio un hombre de 68 años denunció una agresión a manos de tres jóvenes en la localidad murciana de Torre Pacheco. Según declaró, hablaban «en un idioma extranjero». La fotografía de Domingo, con el rostro ensangrentado, corrió como la pólvora en redes y la ultraderecha aprovechó lo ocurrido para poner en la diana a las personas magrebíes.

Grupos como “Deport Them Now Spain”, en cuyo canal de Telegram prolifera la simbología nazi, difundieron información falsa y llamaron a una «cacería» de migrantes. Uno de sus responsables, identificado con las iniciales C.I.F., fue detenido en Mataró por incitación al odio.

Vox, por su parte, echó más leña al fuego al señalar a las personas extranjeras, que trabajan en el campo en empleos precarios: «Nos han robado las fronteras, nos han robado la paz y nos han robado la prosperidad». Algunos cargos publicaron un supuesto vídeo de la agresión. Pero se trataba de un hecho anterior, era de la paliza propinada por un grupo de españoles a una persona sin hogar en Almería por ser «pobre y maricón». A la campaña de desinformación suman los vídeos publicados por youtubers como el Xokas, que pide a sus seguidores que «no os coman la cabeza los putos podemitas de mierda».

Lo ocurrido recuerda a la «cacería» que se desató hace un año en Inglaterra, nada más llegar al Gobierno el laborista Keir Starmer. Tras un apuñalamiento masivo en el que murieron tres menores, miles de ultraderechistas protagonizaron una violenta campaña que fue respondida con despliegues policiales y encarcelamientos exprés. Elon Musk echó más leña al fuego con un tuit que afirmaba: «La guerra civil es inevitable». Y hace tres años pasó algo similar en Alemania.

GOLPES A UN MENOR DE MADRE VASCA

Las mentiras y los mensajes de odio dieron pie a disturbios y agresiones racistas. Una de las víctimas de la turba fascista es un menor de madre vasca y padre marroquí. El viernes acudió a la concentración convocada por el Ayuntamiento bajo el lema “Torre Pacheco, libre de violencia, libre de delincuencia”, pero él y sus amigos fueron recibidos al grito de ‘‘moros de mierda’’.

En declaraciones a “El Español”, este joven recordó las proclamas xenófobas y franquistas que lanzaron algunos de los asistentes a la concentración, y narró la agresión: «De repente, uno me pegó un tortazo y vi que me empezó a perseguir un montón de gente». La persecución cesó por la intervención de la Policía Local. El joven no olvida lo ocurrido: «Desde que me pegaron no salgo mucho de casa».

La paliza ha sido jaleada por el eurodiputado ultra Alvise Pérez, que el fin de semana amenazó con organizar «a nuestra gente» para ir «masivamente» a los barrios en los que reside la población migrante de Torre Pacheco.

IMPUNIDAD DE LOS FASCISTAS

Los grupos fascistas, muchos llegados desde fuera de la localidad murciana, llevan cinco días provocando terror en las calles, golpeando a personas en función de su color de piel. Han llegado a asaltar un establecimiento regentado por personas magrebíes. Lo han hecho pese a que algunos usuarios de redes sociales sostienen que había una patrulla cerca del local.

Muchos han alertado de la impunidad con la que actúan estos grupos y han censurado la actuación de los policías locales y guardias civiles. Cargan y detienen a personas de nacionalidad marroquí, tres en la noche del lunes al martes, mientras piden comprensión a los ultras: «No paso ni una a ellos, dejarnos hacer el trabajo».

Los dirigentes locales, con el alcalde, Pedro Ángel Roca (PP), a la cabeza también ponen el foco en la población extranjera, vinculando delincuencia e inmigración pese a carecer de datos. Y el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, evitó pronunciarse sobre la investigación contra el líder de Vox, José Ángel Antelo, por un presunto delito de odio. Dijo que los partidos hacen «defensa de sus posiciones políticas».

Han sido detenidos tres hombres por la agresión del día 9, el último un joven de 19 años arrestado en Errenteria, cuando trataba de huir al Estado francés. Un juzgado de Donostia acordó ayer su ingreso en prisión sin fianza. Los otros dos están en libertad con medidas cautelares.