Es el tipo de película que seguramente obtendría una puntuación muy alta en el Premio del Público de Zinemaldia», fue lo primero que pensé en cuanto aparecieron los créditos finales de “Un ‘like’ de Bob Trevino”. Cabe aclarar que no digo esto en sentido peyorativo; al contrario, considero imprescindible la existencia de este tipo de filmes.

Se trata de una historia sobre personas solitarias que se encuentran y logran aliviar, aunque sea momentáneamente, sus soledades, narrada con pulcritud y un tono idóneo para conquistar a un público amplio.

Confieso que suelo ser desconfiado respecto a las películas «que gustan a todo el mundo» y que presentan ciertas características predecibles; a menudo resultan un tanto artificiosas para agradar. Sin embargo, “Un ‘like’ de Bob Trevino”, aunque sea una película que agradará a mucha gente no incurre en esa trampa.

La cinta narra la historia de Lily (Barbie Ferreira), una joven marcada por viejas heridas emocionales que, tras cortar la relación con su padre, se sumerge en la soledad. Un error en Facebook la lleva a contactar a Bob Trevino (John Leguizamo), un hombre amable y torpe, con quien inicia una conexión inesperada. Juntos crean un vínculo inesperado que brinda a Lily un refugio de empatía y apoyo paternal.

Lo que hace poderosa a esta película es su habilidad para evitar el melodrama y el exceso de sentimentalismo. Aunque la historia está cargada de emoción, se cuenta con un humor sutil y silencios que expresan mucho más que las palabras.

No es una película redonda, ni mucho menos, pero en su debut como directora Tracie Laymon presenta una historia humilde y auténtica, capturando con honestidad esas relaciones fortuitas que pueden transformar el destino de una persona.