GARA
CIUDAD DE GAZA
EL INFIERNO EN GAZA INCENDIA ORIENTE MEDIO

Gaza colapsa entre el hambre, la sed y otra ofensiva en Deir Al-Balah

Israel está derribando los últimos sostenes de la vida en Gaza. El ataque a una planta desalinizadora y la ofensiva terrestre en Deir Al-Balah, donde se refugian decenas de miles de desplazados y operan algunas de las últimas infraestructuras humanitarias, se sumaron a la rápida extensión del hambre, que los periodistas palestinos ya relatan en primera persona.

Una mujer llora la muerte de su hijo en el hospital Al Shifa.
Una mujer llora la muerte de su hijo en el hospital Al Shifa. (Majdi FATHI | NurPhoto-AFP))

Aunque sí había sido objetivo de ataques aéreos, Deir Al-Balah se había convertido en refugio para muchos desplazados y en centro de operaciones para distintas organizaciones internacionales, al haber quedado al margen de las devastadoras operaciones terrestres del Ejército israelí. Hasta ayer.

Tanques del Ejército israelí atacaron el barrio de Al-Baraka, en el inicio de la primera ofensiva terrestre contra esta ciudad en el centro de Gaza. En las primeras horas del avance israelí ya había dos muertos y resultaron dañadas tres mezquitas: la de Aqaba bin Nafea, la de Ahl al Sunna y la de Al Muyahidín, así cono la vivienda del periodista Ashraf Abu Amra, corresponsal de Al Jazeera.

Israel había emitido órdenes de evacuación el domingo para forzar el desplazamiento de sus residentes, tras lo que la aviación israelí comenzó a bombardear la ciudad.

Más de 1.000 familias han abandonado Deir Al- Balah desde entonces, entre los disparos de fusiles y el fuego de los tanques, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

La OCHA estima que en el sector llamado a la evacuación forzosa (cuatro barrios junto a la costa, una superficie de unos 5,6 kilómetros cuadrados) se encontraban en el momento de la alerta israelí entre 50.000 y 80.000 personas, entre ellas 30.000 que habían recurrido a esta ciudad como refugio y que se distribuían en 57 espacios para desplazados.

Quienes huyen lo hacen hacia Mawasi (al sur), donde ya se hacinan unas 425.000 personas en condiciones miserables y que hace tiempo que también dejó de ser un lugar seguro, ya que el Ejército somete el lugar a bombardeos casi a diario.

El mandato del Ejército supone el primer establecimiento de una zona de combate hasta la costa en otra división de la Franja.

La OCHA estima que el 90% de Gaza está sometida a órdenes de desplazamiento forzoso israelíes o se ha convertido en áreas militarizadas por el Ejército.

La ONU afirmó que sus empleados continuarán en Deir Al-Balah pese a la orden y a que dos de sus centros fueron atacados.

SE DERRUMBAN LOS ÚLTIMOS SALVAVIDAS

Su secretario general, Antonio Guterres se mostró alarmado porque «se están derrumbando los últimos salvavidas que mantienen a la gente en pie».

La zona abarca varios almacenes humanitarios, cuatro clínicas de atención primaria, cuatro puntos médicos y la Planta Desalinizadora del Sur de Gaza, así como una reserva de agua, un vertedero de residuos sólidos y una estación de bombeo de aguas residuales.

«Cualquier daño a estas infraestructuras tendrá consecuencias mortales», señaló la agencia de la ONU.

Estas consecuencias son precisamente las que busca el Ejército israelí con el hambre y la sed como armas de guerra.

Así, cinco gazatíes murieron ayer en un ataque a una planta desalinizadora de agua en la Ciudad de Gaza, que las autoridades advirtieron de que a entrado en una fase de sed extrema.

Los mensajes que llegan a través de periodistas locales y redes sociales son de desesperación, y relatan el hambre y el agotamiento ya en primera persona.

El empeoramiento de la crisis de los combustibles y el calor del verano ha profundizado aún más la escasez de agua. Las grandes áreas ya no están recibiendo suministro, y la mayoría de los pozos están fuera de servicio o son inaccesibles debido a los bombardeos y las órdenes de evacuación. El municipio advirtió que unos 1,2 millones de desplazados y residentes enfrentan ahora la amenaza de sed grave, ya que las fuentes de agua colapsan. A la vez, al menos 86 personas, entre ellas 76 niños, han muerto ya de hambre y deshidratación desde octubre de 2023.

Entre el 45% y el 60% según la zona de la Franja está en situación de emergencia, con una severa falta de alimentos, malnutrición grave y riesgo de muerte. La situación catastrófica de hambruna (fase 5), la más grave, en la que empiezan a extenderse las muertes por inanición alcanza al 10% de la población en los mejores casos y llega al 60% en el sur.

Ayer fueron más de 50 las víctimas mortales en bombardeos contra tiendas de campaña, edificios residenciales y grupos de civiles a lo largo de la Franja.

De madrugada, las tropas mataron a cinco personas cerca del corredor de Netzarim, donde esperaban la llegada de camiones con ayuda humanitaria. Estas muertes se producen después de la matanzas masiva del domingo, que dejaron 94 muertos entre quienes esperaban al paso de camiones en un centro del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, el norte del enclave. «Cuando el convoy se acercaba, la multitud que lo rodeaba quedó bajo el fuego de tanques israelíes, francotiradores y otros disparos», denunció el PMA.

Cazas israelíes también bombardearon una guardería en Ciudad de Gaza cuando los niños se encontraban en su interior. Uno de ellos murió.

PETICIÓN DE 25 PAÍSES A ISRAEL

Los ministros de Exteriores de 25 países, entre ellos Bélgica, Canadá, Gran Bretaña, Estado francés y Estado español, además de una comisaria de la UE, pidieron a Israel el fin de su ofensiva bélica, y que cumpla con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario.

Incapaces de acordar una mínima sanción en su último Consejo y en medio del colapso de Gaza, lanzaron este comunicado en el que también criticaron por «peligroso» el actual modelo de entrega de alimento, basado en unos cuatro complejos militarizados y mercenarios que depositan cajas con alimento en puntos de entrega vallados.

«Condenamos la distribución de ayuda con cuentagotas y el asesinato inhumano de civiles, incluidos niños, que intentan satisfacer sus necesidades más básicas de agua y alimentos. Es horroroso que más de 800 palestinos hayan muerto mientras buscaban ayuda», denunciaron.

A su vez, los representantes de estos 25 países mostraron su oposición al proyecto de trasladar a 2,1 millones de palestinos a Rafah.

Israel rechazó la declaración conjunta y les respondió que dirijan sus declaraciones a Hamas.

Pese a la declaración, después de haber tolerado 22 meses de horror, el ministro de Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, tachó de «irresponsable» la iniciativa del buque Handala, que navega hacia Gaza con el objetivo de entregar suministros y romper el bloqueo, y a bordo del cual viajan dos diputadas francesas. Barrot sostuvo que «no hace nada para resolver la catástrofe humanitaria que se vive allí».



Israel secuestra a un médico clave en Gaza

Fuerzas israelíes de una unidad especial capturaron al doctor Marwan al Hams, responsable de los hospitales de campaña de la Franja de Gaza y exdirector del hospital Abu Yousef al Najjar de Rafah, arrasado por la ofensiva israelí. El Ministerio de Sanidad destacó que se trata de «una de las voces humanitarias y médicas más prominentes, quien transmitió al mundo el dolor de los niños que mueren de hambre, el sufrimiento de los heridos privados de medicamentos y el llanto de las madres a las puertas de los hospitales». Una camioneta irrumpió cerca de un hospital de campaña de la Cruz Roja en Rafah en el que se encontraba Al Hams, y los soldados mataron a otros dos médicos que lo acompañaban antes de secuestrarl. En el mismo asalto, mataron al periodista Tamer Rabhi Al Zaanin. El camarógrafo Ibrahim Abu Osheiba y otro funcionario del Ministerio de Salud también quedaron heridos.

Al menos 384 profesionales sanitarios han sido detenidos ilegalmente por Israel en Gaza y Cisjordania desde el 7 de octubre de 2023. De ellos, al menos 185 continúan bajo detención y otros 24 permanecen desaparecidos. GARA



Población beduina desplazada en Sueida

Unos 1.500 civiles beduinos que permanecían cercados en la ciudad meridional siria de Sueida fueron evacuados en base a un acuerdo de alto el fuego tras más de una semana de combates en la provincia homónima. El Gobierno sirio comunicó que fueron trasladados a albergues y a hospitales en Deraa. El traslado supone un desplazamiento de población árabe de Sueida y se pliega a las demandas de Israel y de las milicias drusas, que en los últimos días han combatido contra clanes beduinos. Para ello, Israel permitió un fuerte despliegue de las fuerzas gubernamentales aunque sigue amenazando con atacar la zona después de que forzara su retirada la semana pasada. La ONU calcula más de 93.000 desplazados. Pese al cese el fuego, ayer aún tuvieron lugar varios enfrentamientos y al menos un ataque con dron. En cuanto a las víctimas mortales, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos calcula 1.260, incluidos miembros de las tropas sirias, combatientes de ambos bandos y civiles víctimas de ejecuciones sumarias. Las fuerzas de Damasco siguen negociando con las milicias locales, pero su posición ha quedado muy debilitada. El grupo que lidera Hikmat al Hajri, el más opuesto a Damasco, anunció el domingo un intercambio de prisioneros con las tribus beduinas.GARA