Inglaterra conquista su segunda Eurocopa consecutiva. Como le pasó en cuartos de final, cuando forzó los penaltis contra Suecia tras ir perdiendo por dos goles en el minuto 76, y en semifinales, cuando empató en el último minuto del descuento para acabar derrotando a Italia en la prórroga, también ayer necesitó sobreponerse a un marcador adverso para decidir el título en la tanda de penaltis. Es el segundo consecutivo para el equipo inglés y el tercero para Sarina Wiegman, que iguala a Tina Theun y sus tres Eurocopas consecutivas con Alemania.

Ninguna tan sufrida, aunque en Wembley necesitó la prórroga para imponerse a Alemania, como ésta y tampoco tan deseada. Porque se impuso a España, el equipo que le derrotó en la final del Mundial, única selección que había ganado todos sus partidos en el torneo, la mejor del mundo junto al propio equipo inglés y Estados Unidos, la que puede presumir de un mayor número de talentos y la que practica un fútbol más atractivo.

Pero si para ganar es importante jugar bien, más aún lo es competir hasta el último suspiro y acertar. Y de eso sabe un rato esta Inglaterra, que ayer volvió a verse por detrás en el marcador, tras una primera media hora igualada y trepidante que culminó con el gol de Mariona. Curiosamente, la integrante más discutida del once de Montse Tomé porque se intuía la titularidad de Athenea pero no que la sacrificada fuera Claudia Pina en lugar de la balear, visto su flojo torneo. También se guardaba alguna sorpresa Sarina Wiegman, que recuperó a Carter y retocó el dibujo, adelantando a Toone. Fue finalmente titular James -inesperadamente por la izquierda, con Hemp en la banda opuesta- pero, con el tobillo tocado desde cuartos, solo aguantó cuarenta minutos en el campo. Le sustituyó Chloe Kelly y la jugadora del Arsenal, claro, se hizo notar.

Antes de eso, el intercambio de golpes entre dos selecciones con más apetito por ganar que miedo a perder fue precioso. Casi todo pasaba en la misma banda, con Hemp y Bronze por un lado y Olga y Mariona por el otro, pero bastó para generar mucho peligro. Hampton salvó ante Esther y Coll ante Hemp en las ocasiones más claras.

Más directa Inglaterra, algo más estático su rival, la primera vez en la que Batlle llegó a línea de fondo y Bonmatí y Athenea se movieron por el tablero, llegó el gol de España. Centró la lateral del Barça para que Mariona, poderosa, cabeceara el 0-1 en el 25.

La respuesta inglesa llegó en menos de un minuto pero las de Tomé no tardaron mucho más en apoderarse del balón, calmar el ritmo y, sobre todo, cuidarse mucho de no cometer errores que dieran opciones a su rival.

AVISO Y GOL

Hasta que, a cinco minutos del descanso, entró Kelly y el ataque inglés cogió otro aire. La londinense puso fin al apagón de su equipo nada más saltar al campo aunque Batlle y Paredes cerraron bien el hueco y el balón se resarció tras el descanso. A los once de la reanudación, Walsh abría, Toone prolongaba, Kelly colocaba un centro perfecto y Russo cabeceaba el 1-1.

Volvía el empate al marcador y el intercambio de golpes al césped. Inglaterra aguantó menos que en el primer tiempo aunque su intención fuera otra, visto que Wiegman, como Tomé, apostó por meter gasolina. Entraron Agyemang, decisiva en las eliminatorias, y Pina, autora de un doblete contra las Lionesses en la Nations League.

El partido fue perdiendo ritmo. Se veía incómoda a España pero entre la voluntad y la capacidad resolutiva de sus futbolistas, se veía más cerca del gol. Pero Inglaterra ponía todo su empeño, que es mucho, en proteger a Hampton y la final se fue a la prórroga; segunda consecutiva para España, tercera para Inglaterra.

CON RESPIRACIÓN ASISTIDA

Se le notó al equipo de Wiegman, que ahora sí tuvo que elegir qué tapaba con la manta. Evidentemente, fueron los pies y España lo aprovechó para ganar metros y engordar sus estadísticas. Todas menos las del gol porque, además de que el cansancio también le empezaba a pasar factura, Paralluelo estuvo fallona, Pina intermitente y Bonmatí y Mariona con el depósito bajo mínimos. Solo Vicky López tenía la chispa y la decisión suficiente para romper, pero solo hubo «uys», muchos en la segunda parte de la prórroga cuando Inglaterra funcionaba ya con respiración asistida y cruzando los dedos para llegar a los penaltis, y ningún «ay». Así que el título se decidió en la tanda de penaltis.

Una tortura con tanta tensión y emoción como en las dos horas largas de partido. Desde el primer lanzamiento, que tuvo que repetir Mead porque un resbalón le hizo tocar dos veces el balón antes de que entrara. Su segundo lanzamiento lo detuvo Cata Coll y la tanda se puso de cara para España con el gol de Patri Guijarro en el primer tiro español.

Pero las rojigualdas no volvieron a marcar ninguno más. Hampton detuvo los penaltis de Mariona y Bonmatí y Paralluelo envió el suyo fuera. Cata Coll también hizo un paradón para despejar el lanzamiento de Williamson pero acertaron Greenwood, Charles y, cómo no, Kelly con el definitivo y la Eurocopa «is coming home» de nuevo.

Nigeria conquista su décima Copa África ante la anfitriona

Tras el disgusto de la anterior edición, cuando se quedó incluso sin medalla, Nigera reverdece laureles para conquistar su décima Copa África.

Lo hizo con emoción y a costa del anfitrión Marruecos (2-3), que llegaba al descanso con ventaja por los goles de Chebbak y Missoudy. En la segunda parte, Okoronkwoo e Ijamilusi restablecieron el empate. En los diez últimos minutos, el VAR escatimó un penalti a las marroquís y casi de inmediato, Echegini anotó el 2-3 definitivo.

La pelea por el bronce también había tenido lo suyo. Sudáfrica, que defendía el título conseguido tres años antes por primera vez en su historia, se adelantó con un gol de Mthandi pero Dlamini, en propia puerta, empató en la segunda parte para Ghana, que acabó haciéndose con el tercer puesto en los penaltis. A.U.L.