Emotivo cierre con homenaje a maestros mayores universales
La clausura del Jazzaldia convocó dos tributos y un reconocimento. Oscar Peterson y Paco de Lucía, patriarcas respectivamente del jazz y flamenco, vivieron sendas relecturas de su legado en el Kursaal y la Plaza Trinidad. Marc Ribot, uno de los tres premios del año, se despidió en su tercera actuación. La edición vuelve a echar el telón con éxito creativo, de público y organización.

Son tiempos desbocados de turbo capitalismo festivalero. El macro comercio de las músicas en directo es casi una plaga y hay multinacionales que hacen caja a la vez con el negocio musical y el genocidio palestino. Entre nosotros, las autoridades públicas subvencionan alegremente a artistas millonarios. Por eso, comprobar que un magno esfuerzo social y económico se invierte en un encuentro tan rotundo en lo social y artístico como lo ha vuelto a ser el 60 Jazzaldia debe ser positivamente reconocido.
Porque la clausura de las jornadas donostiarras fue un triunfo con la multitudinaria diversión final en la playa de Gros y el alto nivel creativo de la última txanpa. Si el doblete del sábado en la plaza Trinidad certificó una noche de alto voltaje jazzístico, la despedida ayer de las sesiones vespertinas del Kursaal y de la propia plaza lo subrayó. Más la tercera y última actuación del premiado guitarrista Marc Ribot en el Victoria Eugenia.
A la tarde se homenajeó al muy influyente pianista y compositor Oscar Emmanuel Peterson, que actuó en el Jazzaldia en 1975 y también en el viejo cine Astoria y falleció en 2007, con 82 años. El trío del contrabajista John Clayton, el batería Jeff Hamilton y Sullivan Fortner al piano se encargó de revisar sabiamente la herencia del “maharajá del teclado”, que diría Duke Ellington.
Y a la vez que cinco formaciones clausuraban durante toda la tarde-noche las terrazas de la Zurriola, la plaza Trinidad se aflamencaba en su despedida. El pianista Marco Mezquida y el tocaor Juan Gómez Chicuelo calentaron la noche con el tentador jazz sureño de la tercera entrega de su propuesta “Del alma”, apoyada en la percusión de Paco de Mode. Y el espectáculo “Paco de Lucía Legacy”, unión de flamenco, jazz y folk con un florido plantel de instrumentistas, en reconocimiento al genio de Algeciras, despedía las jornadas cuando cerrábamos esta última crónica de urgencia de un Jazzaldia nuevamente redondo.

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