A la espera de lo que determinen las pesquisas que se están realizando, la Guardia Civil está investigando este hecho como un posible caso de violencia machista. En primera instancia, y tras la llamada al 112 de una persona que aseguraba que él y su mujer estaban «muertos», fueron agentes de la Policía Municipal de la propia localidad navarra los que se personaron en el domicilio de la pareja.

Al realizar una inspección inicial de la vivienda, encontraron el cadáver de la mujer ensangrentado y con un fuerte impacto en la cabeza, además de haber sido manipulado, ya que estaba tendido sobre la cama con las manos sobre su regazo. Además, según fuentes cercanas a la investigación consultadas por la agencia Efe, el hombre presentaba un discurso incoherente sobre los hechos ocurridos.

Al comprobar que, dados los primeros indicios, no se trataba de una muerte natural, el cuerpo policial local derivó el caso a la Policía Judicial de la Guardia Civil. En una posterior indagación, agentes de dicho cuerpo policial encontraron toallas y almohadas con restos de sangre dentro de un contenedor ubicado cerca del inmueble donde sucedió el fatal incidente.

De confirmarse, sería la quinta víctima mortal como consecuencia de violencia machista en lo que se lleva de 2025 en Euskal Herria. El 3 de enero un hombre de 63 años mató a su madre, Alicia, de 84, en Barakaldo. Un mes más tarde, Mirentxu A.B. falleció en Irun. También en este caso se detuvo al hijo como autor material del crimen.

Miriam, vecina de Gasteiz de 35 años, murió en Haro tras ser apuñalada por su pareja, un hombre de 42. Y el pasado 30 de mayo, un hombre se suicidó en Bilbo después de haber matado a su hija, que contaba con tan solo 13 años.

En declaraciones a Efe, el alcalde de Zizur Nagusia, Jon Gondán, que especificó que la pareja contaba habitualmente con la ayuda de una persona que les asistía en casa, si bien no estaba previsto que ayer acudiese al domicilio, condenó «de forma absoluta» los hechos, aunque también «desde la prudencia», dadas las circunstancias de las enfermedades que padecían ambos.

DECLARACIÓN INSTITUCIONAL

Gondán insistió en su «condena absoluta como Ayuntamiento ante cualquier tipo de violencia contra las mujeres» y mostró el «firme compromiso» del Consistorio zizurtarra para erradicarla. Así, el órgano municipal hizo pública una declaración institucional en la que condenó y expresó su «máxima repulsa y su más profunda indignación» por el presunto homicidio.

Subrayó que «todas las formas de violencia contra las mujeres suponen un atentado a su integridad física y moral y, en consecuencia, una grave e intolerable vulneración de todos los derechos humanos, siendo el asesinato la expresión más grave del machismo y un problema social de primer orden, que atenta contra la dignidad e integridad física y moral principalmente de las mujeres que la sufren y enfrentan».

El Ayuntamiento reiteró «su compromiso por lograr una sociedad más justa e igualitaria mediante políticas activas, integrales y coordinadas en favor de la igualdad y en contra de todas las violencias ejercidas contra las mujeres».