Peón corona reina: Mujeres trans en el ajedrez, otra batalla en el tablero
En el campo de batalla del blanco y negro, se desarrollan conflictos de todo tipo. La participación de las mujeres trans en el ajedrez internacional es una de esas batallas, y la ajedrecista Yosha Iglesias, que participa en el 40º Open de Sestao, es un icono de esa lucha.

Yosha Iglesias, de 37 años, es una de las participantes del 40º Open de Sestao de Ajedrez que arrancó ayer. Un prestigioso torneo que se celebra días después de la potente protesta al paso de la Vuelta ciclista en Bilbo contra la participación del equipo de Israel y que ha estado mediatizado por la anunciada presencia de siete jugadores del país hebreo. La organización les había pedido que no participaran o que lo hicieran sin la bandera de su país, a lo que en primera instancia se negaron todos. Ante las amenazas de sanciones de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), los organizadores decidieron suprimir todas las banderas, salvo la de Palestina. Horas antes de que arrancara el torneo, informaron que los siete jugadores israelíes habían decidio darse de baja.
Pero en la antigua danza de reyes y reinas, en el campo de batalla del blanco y negro, siempre se han desarrollado conflictos de todo tipo, más allá de los geopolíticos. Como símbolo, el ajedrez es un recordatorio atemporal del choque interno en las personas entre sus impulsos más oscuros y su aspiración hacia la virtud. Y es que el ajedrez no solo es un juego de intelecto, con un claro componente militar y jerárquico, ni tampoco solo una prueba de creatividad, resistencia e intuición que sirve de lienzo para la expresión artística sobre el tablero. También representa una última batalla en medio del interés de la investigación tecnológica y del desarrollo de la inteligencia artificial: la del ser humano contra la máquina, hasta el punto de que el verdadero campeón del mundo tiene el cerebro de silicio.
VALENTÍA Y RESILIENCIA
Pero la comunidad ajedrecística se encuentra también envuelta en otra batalla, si se quiere cultural, sobre la participación de las mujeres transgénero en las competiciones internacionales, en donde se enfrenta la vieja vanguardia, típicamente más conservadora, compactada en torno la FIDE, y la nueva, más joven, mucho más inclusiva. Y Yosha Iglesias, primera ajedrecista transgénero en obtener el título de Maestra Internacional Femenina (WIM, por sus siglas en inglés) y ganadora del Campeonato Femenino de Francia, es un icono de esa batalla.
La suya ha sido una trayectoria llena de valentía, resiliencia y superación de barreras en el mundo del ajedrez. Una lucha contra la depresión, el alcoholismo, los pensamientos suicidas y las campañas de odio online hasta la plena aceptación de su identidad en 2020, hasta su particular «momento eureka». Ese maravilloso instante que de la misma forma que puede resolver un problema de ajedrez, puede actuar de manera similar en la vida, y para Yosha Iglesias se manifestó al encontrar su identidad de género.
Iglesias consiguió el título de Maestra Internacional meses después de que la FIDE decidiera que las mujeres transgénero «no tienen derecho a participar» en el ajedrez femenino, que los títulos ganados por hombres transgénero en la categoría femenina ya no serían válidos y que los ganados por mujeres transgénero en eventos abiertos, antes de la reasignación de género y el cambio a una categoría diferente, seguirían vigentes.
El ajedrez tiene una categoría abierta y competiciones solo para mujeres, aunque hombres y mujeres, cis y trans, todos tienen el mismo potencial para el juego. Si bien son igual de capaces que los hombres en actividades intelectuales y de desarrollo de habilidades como el ajedrez, la categoría femenina busca fomentar la participación de las mujeres en un deporte donde están significativamente poco representadas. A menudo se enfrentan a desafíos debidos al sexismo, a las diferencias en el apoyo económico, la capacitación y la participación en un campo predominantemente masculino. Y todos entienden que las mujeres trans enfrentan esas mismas dificultades.
AJEDREZ Y TRANSICIÓN
Asignado como hombre al nacer, Yosha Iglesias hizo la transición para convertirse en quien siempre ha sido: una reina. Algo similar a lo que ocurre con los peones que se coronan. ¿Son todos los peones trans? El peón que corona y se convierte en reina lo es, definitivamente, pero una transición no es necesariamente binaria y algunos peones se convierten en alfiles, en torres o caballos. Y la mayoría de los peones siguen siendo peones felices: son la mayoría cis.
Lo dejó bien claro Iglesias en declaraciones a Chess.com: «nada me hace más feliz que saber que mi título podría mostrarles a los jóvenes trans que no tienen que elegir entre el ajedrez y la transición. No quiero que sufran como yo sufrí durante los muchos años que pensé que tenía que rechazar mi identidad trans para seguir jugando al juego que amo».

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