Arnaitz GORRITI
VUELTA 2025

La protesta masiva por Palestina logra parar al pelotón en las calles de Madrid

Después del paseíto hasta la capital española, el pelotón de la Vuelta se vio sorprendido por un gentío manifestándose por Palestina. Ello detuvo la carrera en primera instancia, para luego cancelar la etapa y la posterior ceremonia final.

Manifestantes toman el recorrido del pelotón de la Vuelta en el centro de Madrid.
Manifestantes toman el recorrido del pelotón de la Vuelta en el centro de Madrid. (ThomaS COEX | AFP PHOTO)

Se acabó la Vuelta 2025 y, digan lo que digan los anales de la historia de la ronda hispana, en el que aparecerá que Jonas Vingegaard es el vencedor de la clasificación general, el verdadero ganador habrá sido Palestina y su dignidad.

Pasando por encima de un dispositivo de nada menos que 2.200 policías, un operativo policial todavía mayor al de la Cumbre de la OTAN en 2022, los manifestantes en favor de Palestina al final conseguían ocupar las calles de Madrid, provocando que el paseíto del pelotón antes de llegar a la capital española, en el momento en que se aprestaba a comenzar la «competición de verdad», tuviese que pararse, todavía con más de 50 kilómetros por delante.

En vista de lo masivo de las protestas de los aficionados, muy por encima de un operativo policial «embridado», no fueran a mostrar las televisiones de todo el mundo una respuesta represiva muy a la española, la organización decidía primero neutralizar de nuevo la carrera, para cancelarla después.

Tanto es así, que hasta la ceremonia de entrega de premios habitual tras el final de una ronda de tres semanas también quedaba cancelada, en buena medida porque ante los gritos de «¡Palestina vencerá!» o «Israel genocida!», convertir una protesta masiva por Palestina en un simple circo estaba de más.

Casualmente, los disturbios tuvieron lugar cuando las cámaras se habían apagado y los ciclistas se habían ido a sus hoteles. Previamente, los ciclistas siguieron a la organización para encontrar un apartadero en los Jardines del Palacio Real, mientras la organización anduvo viendo las posibilidades de reanudar una carrera que solo tuvo placidez en los primeros kilómetros, con el clásico paseo del pelotón hasta llegar a las calles madrileñas.

LLAMAMIENTO

Pero las calles madrileñas no estaban ya para paseos ni vueltas ciclistas. Ya desde el sábado había habido un llamamiento masivo para acudir con banderas y pañuelos palestinos. Ante el operativo policial previsto, se había pedido a los aficionados acudir con tiempo de sobra, a sabiendas de que ese centro de Madrid iba a estar blindado una vez el pelotón entrase en sus calles a media tarde.

La gente acudió al llamado de la manifestación, con la clara consigna de darle importancia a lo que de veras la tiene, no a una Vuelta en la que el pescado estaba totalmente vendido y el equipo Israel, protegido por la propia UCI, había completado el recorrido.

Así las cosas, un grupo de manifestantes saltó al recorrido en el primer paso de los ciclistas, lo que terminó siendo el final de facto de la etapa y la carrera. La Vuelta 2025 ya había terminado, no así el genocidio que Israel está perpetrando en Palestina.