La Audiencia de Gipuzkoa ordenó ayer al Juzgado de Tolosa que reabra la causa abierta por el pelotazo que recibió el joven de Villabona Xuhar Pazos durante los carnavales de 2024. A consecuencia del impacto de una bala de foam lanzada por la Ertzaintza, el joven perdió la visión del ojo derecho. El caso se cerró sin ni siquiera tomar declaración a la víctima. Unos días más tarde, otra intervención de la Ertzaintza en los momentos previos a un partido de la Champions de la Real Sociedad en Donostia hirió de gravedad a Amaya Zabarte, cuya investigación tampoco avanza.

Existe una coincidencia en el modo en el que los juzgados han tratado ambas actuaciones policiales. En el caso de Pazos, sin realizar apenas diligencias, el juzgado archivó el caso, que ahora se ve obligado a reabrir, mientras que la denuncia por la herida a Zabarte fue archivada directamente. También en este caso, fue la Audiencia de Gipuzkoa la que instó al juzgado a que investigara los hechos. Sin embargo, como ha denunciado esta misma semana su marido en una carta remitida al Parlamento de Gasteiz, el ritmo es desesperante, porque aún no ha declarado ningún ertzaina. Da la impresión de que las actuaciones judiciales siguen una pauta muy clara: minimizar los hechos y después archivarlos; y si eso no es posible, alargar la instrucción para que la atención de la opinión pública se enfríe y los responsables puedan desentenderse. En este sentido, la decisión de la Audiencia de Gipuzkoa de pedir que se investiguen los hechos va en la buena dirección, no solo para terminar con la impunidad policial, también para que las víctimas puedan sentir que en el camino hacia la justicia al menos se conocerá y asumirá la verdad de lo ocurrido.

Un control judicial efectivo de las actuaciones policiales es imprescindible para superar el actual modelo policial violento y antidemocrático que sigue orientado a reprimir cualquier expresión de protesta, en lugar de estar encaminado a la defensa de los derechos humanos y las libertades civiles. No obstante, como ha demostrado la plataforma Xuhar Herri Plataforma, la presión popular también resulta de capital importancia para que la Policía rinda cuentas de sus excesos.