Juan Martínez de Irujo y Joseba Ezkurdia, compañeros habituales de entrenamiento tanto en el grupo de preparación física que dirige el palista Aritz Altadill como en varias sesiones de frontón durante los últimos años, se enfrentan este sábado por primera vez mano a mano y vestidos de blanco. Un choque entre profesor y alumno cuyo premio será el billete a semifinales.

«Tampoco diría que le he apadrinado. Hemos metido muchas horas juntos, hasta ahora me ha hecho muchos favores a mí, haciéndome de sparring en todos los sitios, y eso es bonito. Me apetece jugar contra él. Los dos tenemos un premio grande, porque el que gane se mete en semifinales. Espero ser yo, pero si me gana Joseba la derrota me dolerá menos», reconocía el de Ibero preguntado al respecto.

Ezkurdia, que tampoco dudó en calificar de «muy especial» el encuentro del sábado, valoró positivamente el hecho de haber trabajado juntos durante tanto tiempo, porque «los dos sabemos cómo estamos», aunque añadió que en esta edición han compartido solo una sesión de frontón. Martínez de Irujo, por su parte, fue más prudente al juzgar que «el entrenar tantas veces juntos tiene sus ventajas y sus inconvenientes: yo le conozco mucho a él pero él también me conoce mucho a mí».

En cualquier caso, en lo que sí están de acuerdo es en la admiración que sienten el uno por el otro. «Joseba es un pelotari que del chándal a vestirse de blanco cambia muchísimo, se multiplica por cuatro», destacaba el dos veces campeón de la modalidad sobre su rival. «No sé ni yo qué puntos flacos tiene», contestaba el de Arbizu al piropo de Irujo: «A ver cómo empezamos los dos el partido y ya se verá cómo estamos. Ahí veré dónde puede tener fallos, pero a priori es un pelotari muy completo».

En esa línea, Irujo subrayó el gran campeonato que está realizando Ezkurdia -«no solo el lunes», en referencia al haber puesto contra las cuerdas al mismísimo Aimar Olaizola-, dejando a un lado la previa contra Mendizabal III, en la que «le atacaron los nervios y no jugó nada». Para el de Ibero, el resto de encuentros «los ha jugado muy bien, fallando poca pelota hasta el otro día en Tolosa y dándole mucha velocidad».

En opinión de Ezkurdia, a Irujo «le ha faltado un poco de confianza con la derecha» en los partidos anteriores, pero a pesar de ello se reafirmó en que «lo tengo muy difícil». Por ello, uno de sus puntos a mejorar será el resto, tras los seis saques encajados el lunes en Tolosa. «He tenido épocas que no restaba bien, pero contra Xala y Julen creo que anduve bastante bien. Me entraba bien la pelota en la mano. El otro día no fue así, en la pared izquierda había un poco de humedad, y no tuve nada de confianza. Me costó y ahí se me fue el partido», explicó.

El dedo, entre algodones

Llamó la atención que Juan Martínez de Irujo se presentara ayer en la cancha sin colocarse tacos en la mano derecha, cuyo dedo índice le sigue llevando por la calle de la amargura. «No quería castigar más el dedo y cuanto más tiempo de reposo tenga mucho mejor. La semana pasada salí con los tacos puestos en la derecha y acabé con el dedo bastante resentido». Por tanto, se limitó a entrenar algunos restos con la zurda y algunos remates de gancho. «Es lo que tienen las lesiones en la mano, que no puedes entrenar. Esta vez me ha tocado a mi, pero la próxima le tocará a otro», se resignaba.

Un hándicap que podría intentar aprovechar Ezkurdia el sábado, aunque no quiso mostrar todas sus cartas: «No me voy a obsesionar. Voy a hacer mi juego: intentar dar velocidad a la pelota y cuando tenga la oportunidad acabar. No me voy a cegar en buscarle la derecha».