GARA AZPEITIA
REAL

Gran entrada pese a un día invernal en Garmendipe

Labaka recibió el cariño de Azpeitia, la afición realista y el fútbol guipuzcoano

REAL SOCIEDAD 1

RAYO VALLECANO 0

El campo de Garmendipe registró una gran entrada en la cita de todo el pueblo de Azpeitia, de la familia realista y del fútbol guipuzcoano para rendir homenaje a Mikel Labaka, que recibió obsequios de sus dos últimos equipos profesionales, del Lagun Onak, del ayuntamiento de Azpeitia, de ESAIT y de la Federación Guipuzcoana de Fútbol en los prolegómenos del partido, en los que no faltó un aurresku en su honor.

El que fuera central de Lagun Onak, Real Sociedad y Rayo Vallecano estuvo acompañado de sus hijas, una de ellas, junto a una sobrina y otras niñas, lucieron todas las camisetas que vistió el azpeitiarra en su trayectoria deportiva. El abrazo de todas con Labaka fue el final de unos actos que comenzaron con los bertsos de Jon Maia y Amets Arzallus.

La nota negativa la puso la climatología, con un día invernal y una lluvia intensa y constante que condicionó la disputa del amistoso hasta el punto de que obligó a recortarlo a escasos 55 minutos. En un primer momento se decidió reducir el partido a dos tiempos de 35 minutos, pero en el segundo apenas se jugaron veinte porque el campo no estaba en condiciones.

Pero por un día lo importante no estaba en el partido sino en la manifestación de reconocimiento a una persona especial. Que con el día que hacía ayer en Azpeitia fueran tantos los espectadores que se acercaron a Garmendipe a ver un amistoso no hace más que confirmar que Mikel Labaka ha dejado huella en todos los lugares en los que lo han conocido.

Jagoba Arrasate planteó el partido con seriedad y puso de entrada el mejor equipo que podía alinear con la única ausencia de Griezmann entre los titulares. El Rayo, a pesar de que vino con solo once jugadores del primer equipo por las bajas que sufre, también presentó una alineación digna y por ello el partido resultó igualado, aunque la Real fue superior y ganó con el gol marcado en el tramo final por Iker Hernández tras cabecear un corner de Chory Castro.

Del partido no se pueden sacar más conclusiones porque la cantidad de agua acumulada sobre el césped impedía jugar a fútbol con normalidad. La nota positiva estuvo en la victoria y en los minutos que tuvieron los cuatro jugadores del Sanse.