Ayer se escenificó uno de los episodios más esperpénticos de la nueva y accidentada era de los entes públicos, la clausura de Radio Televisión Valenciana (RTVV). La última imagen que pudieron visionar los espectadores de NOU a las 12.19 horas fatídica, hora que dictaba el fin de la emisión, ha dejado bien a las claras los derroteros de una situación que bordea los límites de la comprensión. En dicha imagen, se puede ver a un grupo de policías y a varios periodistas cuyos rostros muestran la rabia, dolor e impotencia que están padeciendo. El coro de trabajadores clamaba «Es un golpe de Estado». Silenciadas las cámaras, los trabajadores salieron del centro de producción de programas de Burjassot diez minutos después de que NOU fundiese a negro y tras arriar la Senyera que lucía en el edificio, se atrincheraron tras una pancarta con el lema «RTVV no es tanca. És la teua».

La siguiente escena se produjo a las puertas del propio ente público, donde se encontraban concentrados centenares de trabajadores y personas que se han acercado para mostrar su rechazo ante esta situación esgrimiendo frases como «RTVV no es tanca», «Fabra dimisión», «Fascistas», «Lladres» o «On estan els diners dels valencians».