Jon ORMAZABAL
Semifinal del Cuatro y Medio

Kamikaze y superviviente

Martínez de Irujo se impuso a Oinatz Bengoetxea en un partido frenético y jugará su sexta final del acotado.

BENGOETXEA VI 20

MARTÍNEZ DE IRUJO 22

Hablar de un kamikaze superviviente puede suponer recurrir a un oxímoron, a una contradictio in terminis, pero ganar una semifinal encajando ocho saques -cuatro de ellos de manera casi consecutiva en los seis primeros tantos-, cometiendo otros tantos errores, una pasa y una falta de saque con 19-20 en el marcador también está reñido a cualquier lógica. También escapa a cualquier protocolo médico jugar cuatro partidos a las cinco semanas de haberse fisurado un dedo, pero es ahí, caminando al borde del abismo, donde más a gusto se encuentra Juan Martínez de Irujo y el de Ibero jugará el domingo, en caso de que no haya aplazamientos, su sexta final del Cuatro y Medio contra Aimar Olaizola tras superar a Oinatz Bengoetxea en una locura de partido.

A pesar de que, dependiendo de la capacidad de superar el dolor de cada uno, esa merma física pueda acarrear más o menos problemas, está claro que el transitar del de Ibero por este Cuatro y Medio ha sido uno de los más tortuosos de su carrera, sin ningún triunfo cómodo y sabiendo sufrir para dar la vuelta a dos situaciones límite como sus partidos ante Joseba Ezkurdia y ayer ante Bengoetxea VI.

La vía de agua inicial

Porque aunque se pueden buscar claves de su victoria en los tantos finales, el trepidante ritmo con el que ambos rivales se trataron de atropellar -el tantazo del 19-18 a favor e Irujo en el que se cruzaron 22 pelotazos en 41 segundos puede ser el mejor ejemplo- o la acumulación de errores que conllevó ese desenfreno -Bengoetxea llegó al cartón 20 con solo dos tantos en juego-, el de Aspe cimentó gran parte de su victoria en no derrumbarse cuando sus errores en el resto le abrieron importantes vías de agua.

El comienzo del partido pudo ser demoledor para el de Ibero cuando, tras un buen tanto inicial de 16 pelotazos, Bengoetxea VI se puso 6-0 dando solo 6 pelotazos más. Irujo lo intentó a bote y de aire, pero dejó de restar cuatro saques prácticamente consecutivos, una situación que se volvió a repetir en otro momento crítico, cuando el de Leitza se volvió a marchar 17-14 con otros tres tantos conseguidos con el disparo inicial.

Sin embargo, Martínez de Irujo supo darle la vuelta al marcador en ambos casos y, lejos de resguardarse y tratar de minimizar errores, lo hizo a base de imponer una marcha más al partido, si es que eso era posible. Oinatz Bengoetxea tampoco estaba dispuesto a dar un paso atrás y el partido se convirtió en uno de los duelos más vertiginosos de los últimos tiempos.

Eso sí, la velocidad trajo consigo que ninguno de los dos pelotaris pudiera hacerse con el control del partido, multiplicándose los errores, pero dando paso a tantos frenéticos que se sucedieron sin apenas tregua. Así, una vez que el pelotari de Aspe se reenganchó tras descolgarse en el inicio, los empates se sucedieron uno detrás de otro, el primero fue a 9 y hubo ocho más hasta ese empate a 20 fruto de la única falta de saque del partido, por parte de Irujo. Esto tampoco paró al de Ibero, que dio la sensación de terminar algo más entero físicamente y que forzó dos fallos de zurda de Bengoetxea VI.