Pablo CABEZA BILBO
DURANGOKO AZOKA

«No More Tour» descubre el lado lúdico y humano de una gira

Daniel Gómez, director, y Fermin Muguruza, subdirector, del documental «No More Tour» (Talka Records & Filmsek) nos revelan a lo largo de casi dos horas de grabaciones las peculiaridades de la extensa gira internacional con toda la algarabía y emoción de cada momento; pero el deuvedé no oculta los malos momentos de una gira descomunal que ha recalado en cincuenta y cinco ciudades durante cinco meses de brega y el necesario descanso.

Gripes, percances familiares, «desapariciones»... son también parte del minutaje, lo que humaniza y aproxima el resultado final, frente a otras opciones más superfluas y grandilocuentes. La gira, el rock, no es lo que nos muestran las grandes producciones. Quedan en la retina los bailes, la solidaridad, las canciones y la felicidad; pero quien lo desee puede percibir también el lado del cansancio, el duro trayecto hasta el concierto final. En el intento de seguir las líneas que unen las ciudades de la gira, la vista pierde su rumbo y al instante lo mismo ocurre con las neuronas obreras. Demasiados trazos, vuelos, demasiada historia por cada pueblo atravesado, por cada entrevistado...

En Latinoamérica los entrevistados recuerdan a Fermin desde Kortatu y Negu Gorriak. Lo viven con tal intensidad y coraje que sus ojos brillan apasionados, más libres. Pero tampoco falta un angelino que en su perfecto inglés de la ciudad del cine teoriza sesudamente sobre la importancia de la trayectoria de Muguruza. No obstante, y frente al análisis, siempre gana la emotividad, en especial en Sudamerica donde son recibidos con calor. Sin obviar que por el norte el público mexicano resulta explosivo.

Dependiendo de los lugares, FM y Kontrakantxa están acompañados en algunos momentos de Zuloak. Un proyecto de inseminación artificial que termina pariendo una banda enérgica, descarada y con más potencial del que cabía esperar. Las chicas hablan de la fuerza de Fermin, lo que transmite y la intensidad con la que han vivido esta experiencia. «Ha sido como un master class», señalan.

A estas alturas, «No More Tour» ya ha dejado claro que es un documental humanizado donde canciones y compromisos se cruzan por miles de kilómetros anónimos.

Solidaridad y conflictos

Lo que se percibe con el visionado es que los personajes de la cinta son sensibles, capaces de mostrar su agradecimiento con sencillas palabras fruncidas a vidas con la tierra y el cielo como mejores bienes. No puede ser de otra forma si se conoce la solidaridad de Muguruza, su compromiso contra la gente oprimida, los pueblos humillados, sus letras.

Tampoco extraña que por este motivo surjan problemas para entrar en algunos países, en especial en Estados Unidos y el paso por Israel camino de Palestina, donde uno de los miembros del equipo estuvo retenido más de diez horas en una sala, además de sometido a sistemáticas preguntas sobre su conducta y decisiones personales. No obstante, no hay que ir tan lejos para toparse con barreras fascistas, ya que Madrid o Valencia son muestras de la intolerancia cercana.

Con todo, qué hermoso resulta encontrar gente que lo da todo y que pese a los riesgos y amenazas continúa adelante, caso de Valencia. Sorkun lo menciona en una de sus intervenciones al señalar que Fermin nunca se desanima ante los problemas y que si bien ella se hubiese vuelto a casa, «él dice no y tira hacia delante».

Complicidad

Como detalle singular, cada músico cuenta con unos minutos para realizar un solo con su instrumento, bien en una céntrica calle o en una esquina más sombría. Jontron ha tenido su solo de virtuoso, como Solano en varias ocasiones, una de ellas junto a los platos de Zigor DZ, quien admite que Fermin tiene buena parte de culpa de su interés inicial por el hip hop. Zigor muestra sus habilidades en Nueva York. Solano demuestra que tiene un gusto con el acordeón, tal empatía, que cabe imaginar que diatónica y él deben dormir abrazados o no muy lejos. En una especie de callejón le toca el turno a Oskar Benas, qué bueno es el músico de Irun con la guitarra, qué notas deja sublimar este intérprete excepcional.

En muchos conciertos suben a escena invitados del lugar, músicos con los que Muguruza ha mantenido alguna relación. En Japón se larga un rapeado un lugareño. El tipo es una máquina y sus minutos de gloria están justificados. La versión de «Itxoiten» en el Hatortxu Rock, con el único acompañamiento a la guitarra de Gorka Urbizu, es impresionante. En Zarautz es Mikel Anestesia quien se une al show atacando una canción de Negu Gorriak, «Radio Rahim».

También lo hace Izazkun Forcada, una bailarina de hip hop y danza que reconoce que Fermin se adelantó a todos y que le permitió bailar en escena cuando esto era impensable. Su primera actuación fue en el «Hitz egin».

El concierto en Ramallah, Palestina, es otro de los más conmovedores por razones obvias. Al escenario suben Safaa Arapiyat, Kher y Habib. Por unos instantes la música hermana pueblos, cultura y el deseo de ser. Viven en un problema, pero caben unos minutos de fiesta y celebración. Celebra asimismo reencuentros con músicos hermanos en diferentes países: Tijuana No, Banda Bassotti, Manu Chao, La Kinky Beat... La mayoría de los entrevistados hablan de la energía de Fermin. De la que nadie duda. Pero también hay declaraciones que señalan los dolores de sus articulaciones tras los conciertos, así como lo que padece su alma ante los problemas que van surgiendo en la gira.

Situaciones amargas

Uno de los momentos más emotivos se produce en el concierto de Bilbo cuando Mikel Abrego «Pintxa» toca por última vez en la gira. Días antes le anuncia a su amigo Fermin que no puede seguir, que le faltan fuerzas. Más duro es el momento que relata el deuvedé cuando Fino, responsable del saxo, debe dejar la gira por un asunto familiar grave. No obstante, quizá para olvidar, para dedicarle a alguien sus notas, regresa unas semanas después.

Amargo es también el momento en el que Sorkun, con su gran voz de soul, no comparece a uno de los conciertos. y nadie sabe nada. Fermin lo pasa mal por el aprecio de tantos años trabajando juntos. «Tuve un bajón, una supercrisis brutal y me metí en el agujero», declara con una sonrisa.

«No More Tour» resulta entusiasta, duro y realista. Sin trampas. Amaya Apaolaza no va de gira, pero su trabajo es también necesario. Intendencia, rutas, papeles... Al lado de su preciosa perra Nora explica, entre otras cosas, que una vez cubiertos los gastos el dinero se reparte entre los catorce miembros del equipo a partes iguales, «sin extras para Muguruza», puntualiza.

Muguruza Sorkun: «Tiene una energía que no es de este mundo. Nos enterrará a todos. Si le arrancas una oreja, por dentro es verde. Bueno esto lo dice Pintxa». Y ríe y vuelve a reír. Benas: «No creo que haya otra giras, creo que esta es la última...». Xabier Solano: «Es muy estricto, trabaja sin descanso. Es lo que he interiorizado». Solano también ha aprendido que en Beijin (Pekín) no se respira muy bien. «Soy asmático como Fermin y creo que en cualquier momento me puede dar un ataque. Solo quiero marchar de aquí hacia Sidney». Para su desgracia debe de esperar aún un día más.

El cubano Víctor Navarrete, que también tiene su solo en el documental y donde muestra su habilidad para las cuatro cuerdas, señala que por llegar tres minutos tarde a la concentración para marchar a uno de los conciertos, «le cayó una encima de cuidado. Solo me demoré un poco. Fermin es un pesado», suelta con una sonrisa. Más adelante señala que lo que le gustaría escuchar es que se acabó el descanso y que vuelven a los escenarios.

Ruper Ordorika: «Fermin tiene el don de unir a la gente». Angel Katarain, técnico de sonido en estudio y en ruta con Fermin, apunta desde las hermosas campas de Azkarate y donde se encuentra su estudio: «Está enfermo, esto es hasta el final. Le veo con cachaba en los escenarios». Jone Unanue, compañera de Fermin, no realiza declaraciones, pero está en el equipo de trabajo. Nos habla, al margen del deuvedé, de cómo son los hijos de ambos, que ninguno parece que vaya para músico. En la actuación de Bonberenea unas breves imágenes le captan entre el público, guapa como siempre. Es un guiño homenaje a tantos años de dedicación desde el otro lado de la mampara. «No More Tour» es ya una realidad. Su visionado es ameno y dinámico. Divertido, solidario y cultural. Pero si uno se pregunta cómo se han resumido las decenas y decenas de horas de grabación de esta infinita gira por el lado «B» del mundo, no obtiene respuesta, o sí: el talento de Daniel Gómez y el de Fermin Muguruza.

Contra el fascismo

«No More Tour» incluye un cuadernillo de 36 páginas con fotos en alta calidad de la mayoría de lugares visitados. El deuvedé aporta extras como un videoblog con unos cuántos resúmenes, seis videoclips y un trailer. Según las circunstancias, se incluyen subtitulos en euskara, castellano, inglés, catalán o francés. Imágenes y sonido se captan en alta resolución. Repasa decenas de ciudades por las que pasa la gira y, al margen del lado festivo de cada situación, se deja claro que el esfuerzo es también un compromiso continuo de lucha contra el fascismo, la opresión y la intolerancia. P.C.