Hay que reconocer que para quienes nos dedicamos a ojear los medios para sacarles punta, personajes como Zoé Valdés son una joya, porque tienen la virtud de dejar ojoplático a cualquier ser racional que lea sus barbaridades. En su última columna en «Libertaddigital», saca a pasear su rostro más racista a cuenta de la muerte y funeral de Nelson Mandela. Lean, porque tiene tela. Empieza quejándose porque hemos tenido «a Nelson Mandela hasta en la sopa, sabiendo que no fue de ninguna manera el mejor hombre del mundo como nos lo han querido vender», y eso lo sabe ella que lo conocía muy bien... Luego pretende hacerse la graciosa, o algo así, diciendo que «menos mal, ya pasó el funeral del siglo, que sólo podrá ser superado por el de Castro I», aunque lamenta que «ya habrán visto que este último se encuentra mejor que nunca, con la salud de un roble, y retratándose con el marroquí profesor de español devenido periodista de Le Monde Diplomatique: Ignacio Ramonet». Servidora diría que la innecesaria cita sobre el origen de Ramonet denota un cierto tufillo racista, pero igual es que una es muy picajosa.

De todos modos, la columnista se revela en todo su esplendor en el siguiente párrafo, donde señala que «el funeral de Mandela, con su folklorismo horroroso y banal, donde se cuela cualquier lunático, asesino, violador o ladrón, y se sitúa junto a Barack Obama a hacer murumacas que nadie entiende, ni los sordomudos, o sea, menos los sordomudos, sólo será superado por el de Castro I; donde seguramente irá Obama a darle un beso en la boca a Castro II». Impresionante la capacidad de meterse en tan breve espacio con Mandela, los hermanos Castro, Obama, el folclore sudafricano y las personas sordomudas. Es una crack, muy facha y racista, sí, pero una crack. Y para que quede clara su postura, aquí va el último párrafo de esta entrega: «cuánta fiesta y bailoteo tribal hipócritas para hacer ver lo contrario de lo que se odian entre ellos; total, para nada. El mundo sigue igual en la miseria, en las guerras, en la tristeza más profunda, y la mentira impera. Así somos. Que continúe la rigolade, el relajo, ya veremos a dónde iremos a parar, o no...». Pues si el mundo sigue envuelto en miseria y guerras será por la gente como Valdés y compañía, no por quienes son como Madiba y sus amigos.