Joseba ITURRIA DONOSTIA
Derbi en Anoeta

La calidad individual se impone al mejor juego colectivo

La Real se acerca a un punto del Athletic en la lucha por la cuarta plaza tras un partido en el que la calidad individual de los jugadores realistas marcó la diferencia. El Athletic fue mejor, sobre todo en el primer tiempo, pero no tuvo calidad y claridad para traducirlo en oportunidades.

REAL SOCIEDAD 2

ATHLETIC 0

La Real ganó un derbi intenso en el que el Athletic fue mejor en términos generales, pero no lo tradujo en ocasiones y al equipo blanquiazul le basta con muy poco para imponerse por la calidad de sus jugadores más ofensivos, sobre todo de Antoine Griezmann, que marcó la diferencia en Anoeta.

Tras un primer tiempo en el que el Athletic había sido muy superior, al de Mâcon le bastó con encontrarse dos balones en una posición muy complicada fuera del área y sin demasiado ángulo para obligar primero a Iraizoz a realizar una buena intervención y para lograr después el gol que permitió jugar a su equipo con el marcador a favor en todo el segundo tiempo.

Era la noche de Reyes, pero ni ellos ni el Olentzero traen los mejores regalos a los aficionados realistas. Griezmann se disfrazó de Papa Noel para repartir obsequios entre sus compañeros un día en Zubieta y lleva meses repartiendo alegrías a sus aficionados. Su presencia es el mejor regalo que la Real tendrá que disfrutar hasta final de temporada porque cada vez parece más complicado que no haya ningún equipo para llevarse al tercer mejor goleador de la Liga.

Ya lleva doce goles y ha marcado en nueve de las diez últimas jornadas, en las que la Real ha logrado ocho victorias, un empate y solo ha perdido en el Bernabéu. Su calidad, unida a las aportaciones de sus compañeros, ha llevado a su equipo de la zona baja de la tabla a estar a un punto de la cuarta plaza.

Al Athletic le falta ese tipo de jugador que marca la diferencia. Tiene buenos futbolistas, pero no de ese nivel y eso le impidió crear ocasiones a pesar de que la Real le permitía llegar con el balón controlado, casi sin ninguna presión, hasta los últimos veinte metros del campo.

Allí a los blanquiazules les bastó con estar ordenados y no conceder espacios para que los rojiblancos no crearan ocasiones. El Athletic jugó mejor, impidió a la Real combinar como le gusta con una muy buena presión, pero si no se crean oportunidades y no se marcan goles no se puede ganar.

La jugada clave

Porque al final los partidos se deciden muchas veces en una acción individual y ayer la protagonizó Griezmann, que permitió a la Real marcharse al descanso con un gol de ventaja a pesar de ser muy inferior a un Athletic que demostró por qué es hasta ahora el mejor de la otra Liga. Los de Valverde, con un trabajo sensacional de los dos medios centros, Mikel Rico e Iturraspe en la presión, impidieron a los cinco jugadores más ofensivos de la Real entrar en juego y cuando uno recibía el balón tenía a un jugador que le apretaba y otro y muchas veces dos preparados para la ayuda.

A la Real no le quedó más recurso en el primer tiempo que el juego directo y en esas disputas también se imponía el Athletic, que además jugaba con facilidad el balón hasta las cercanías del área porque el equipo blanquiazul dejaba jugar mucho más, sin presionar. Con esa forma de jugar le basta para competir con equipos que no tienen mucha calidad y el Athletic no tuvo la suficiente para traducir su superioridad en el juego en ocasiones.

Así no tuvo ninguna clara opción de adelantarse en el marcador en el primer tiempo y sus mejores oportunidades llegaron en dos remates a balón parado de Gurpegi e Iturraspe que no encontraron la portería de Bravo. A la Real le bastó con el doble remate de Griezmann. En el primero Iraizoz realizó una buena intervención, pero en el segundo no pudo responder en una acción en la que Balenziaga rompe el fuera de juego en el que podía incurrir Vela al ir a buscar el balón.

Un cambio clave

En el segundo tiempo la Real comenzó bien con una doble ocasión en dos saques de esquina seguidos, en el segundo un balón despejado por Iturraspe golpeó en el poste de su portería, pero a partir de ahí el Athletic se apoderó del balón y los blanquiazules sufrieron mucho porque Markel estaba casi solo para apagar todos los incendios que se creaban por el escaso trabajo defensivo de los cinco jugadores más adelantados, sobre todo de Vela, y Arrasate tomó una decisión que resultó clave al dar entrada a Elustondo.

Al de Berriatua se le acusa de falta de experiencia y se apuntaba una ventaja en los banquillos a favor de Valverde, pero supo contrarrestar la decisión del técnico rojiblanco de colocar a De Marcos para marcar a Griezmann. Lo cambió de banda para no coincidir. Y cuando más sufría su equipo, realizó el cambio adecuado al colocar a Elustondo para ayudar a un Markel que se ha ganado a Anoeta. Apostar por la pareja de pivotes más cuestionada ayudó en los últimos 25 minutos, en los que el beasaindarra hizo todo bien y el equipo mejoró en defensa y en ataque.

Nada más salir, Griezmann tuvo una oportunidad para sentenciar que desbarató Iraizoz tras un gran pase de Prieto. Luego tuvo cuatro buenas llegadas anuladas por fueras de juego, dos inexistentes y gol final de Pardo, mientras que el Athletic solo realizó dos remates de Herrera y Muniain y un centro de Ibai al que no llegó para rematar Aduriz y la jugada polémica de la mano de Markel en el área.