MIKEL INSAUSTI
CRíTICA: «Sigo siendo»

La música peruana le da más vida a la vida

La música es un lenguaje universal, pero no todas las músicas se sienten y se viven igual en todas partes. «Kachkaniraqmi» es una película que le pertenece al pueblo peruano, y que no va a ser vista con los mismos ojos en otros países. El documentalista Javier Corcuera regresa a sus raíces peruanas, después de haber compartido con Fermin Muguruza la experiencia de los sonidos de Palestina en «Checkpoint Rock». Al investigar en las músicas de su tierra el viaje toma un sentido para él más profundo, simbolizadopoéticamente por la importancia del agua en las canciones que reflejan una identidad cultural.

La película apela a lo identitario a través del legado literario de José María Arguedas, empezando por el propio título original en quechua chanka, una expresión filosófica o existencialista que viene a ser traducida como lo que no muere y sigue siendo. Un patrimonio que se encarga de recoger en primera persona el violinista ayacuchano Máximo Damián, que hace las veces de introductor a la hora de conectar con los lugares y sus músicos. A lo largo del camino y los distintos encuentros surgen los temas principales de la diversidad, el mestizaje y la tradición. Es así debido a la situación geográfica que crea la división natural entre la costa, los Andes y la selva.

El documental creativo, y «Kachkaniraqmi» lo es, siempre da lugar a la polémica entre la fidelidad a la realidad, en este caso antropológica, y la libertad ficcional derivada del guión. La película se toma sus licencias para reunir a músicos de variadas procedencias, propiciando una fusión que tal vez no se haya dado antes. De un modo más general sirve para hablar de la inmigración de la ciudad al campo, y de cómo la música tradicional más remota llega hasta los artistas de la urbe limeña.

Son asociaciones que están ahí, y que permiten que los ecos de las voces inmortales de Yma Sumac, Chabuca Granda, Lucha Reyes o Pinglo perduren. Sus partituras son transmitidas a las nuevas generaciones, representadas por el violinista adolescente que aprende de Andrés Chimango Lares una composición que dedica a Lima en plena noche iluminada.