El Biarritz seguirá en el pozo de la tabla clasificatoria, aunque esta vez sin haber podido jugar. Las lluvias que cayeron en las últimas horas sobre el campo de Agilera hicieron que el césped de los blanquirojos pareciera una auténtica piscina.

Pese a que los dos equipos saltaron a calentar, ya se veía que el encuentro tenía muy pocas posibilidades de disputarse. Los capitanes, el árbitro del encuentro y el delegado de la Liga supervisaron el estado del terreno, esperaron a que los empleados del club labortano retirasen el agua, pero era imposible dejar el terreno de juego en condiciones de jugar. Por ello, tras esperar lo necesario y ver que no se arreglaban las cosas, el árbitro, junto al delegado, tomó la decisión de suspender el encuentro.

Posteriormente el delegado de la Liga instó a los dirigentes de ambos equipos a que buscasen una nueva fecha para poder disputar el encuentro. El duelo que se iba a disputar en la tarde de ayer en Agilera era crucial para ambos contendientes, y los locales se jugaban continuar con la ilusión y la esperanza de mantener la máxima categoría.

Una derrota les dejaría casi con los dos pies en Pro 2, mientras que la victoria les permitiría tener alguna opción para el milagro. El Oyonnax, por su parte, también se está jugando la permanencia, por lo que para ellos también era muy importante el duelo de ayer, ya que una victoria les hubiera mantenido fuera del peligro dejando a un rival directo muy hundido.

Tras no celebrarse el choque, y teniendo en cuenta que el Aviron venció ante el líder, el Oyonnax se mete en el descenso, aunque con un partido menos. Todo parece indicar que en los próximos días los dos equipos darán a conocer una nueva fecha para poder disputar este partido crucial, considerando que ahora hay bastantes fechas libres.