Maite SOROA
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PAPEREZKO LUPA

Quiso ser un caballero

El cese de Pedro José Ramírez como director de «El Mundo» seguro que dejará en los próximos días mil y un comentarios en el papel y en la red, pero hoy traemos a esta lupa la despedida que tributa al riojano un amigo suyo, Federico Jiménez Losantos. Otro que tal baila, y que desde «Libertaddigital» afirmaba ayer que la despedida del colega es «una de las noticias políticas más importantes en lo que va de siglo». Servidora diría que es un pelín exagerado, pero Losantos se lo ha tomado a la tremenda. Vean, si no: «Se va el último gigante de la Prensa de papel y el papel de la Prensa queda en el aire, porque en el periodismo español hay un antes y un después de Pedro Jota. Más exactamente, hay un antes. Veremos si hay un después». Sobre el cesado, explica que «le debo su empeño en arrancarme de mis clases de literatura para hacerme Jefe de Opinión de Diario 16 en 1982. Le debo, por tanto, mi dedicación al periodismo». O sea, que también eso es culpa suya, lo que le faltaba para el currículum.

En un tono entre adulador y pedante, el nuevo gran pope de la derechona mediática señala que «aunque el fundador de «El Mundo», el último, mayor y mejor de los periódicos de papel, sea hombre opaco, amigo sin alardes y, como el Cary Grant de Luna Nueva, egoísta como sólo puede serlo un periodista, la historia política española, en lo que tiene de más libre y mejor, habría sido imposible sin Pedro Jota, es decir, sin sus dos criaturas, «Diario 16» y «El Mundo»». Miren, en la definición de criaturas una no puede estar más de acuerdo que Fede.

Como conclusión, Jiménez Losantos explica que «la salida, caída o relevo de Pedro Jota (...)» le recuerda «dos sucesos inolvidables: la muerte de Antonio Herrero y mi salida de la COPE. Casi como Antonio, Pedro Jota daba una sensación de seguridad al modo medieval, como señor de los que querían ser caballeros o, al menos, libres en lo suyo. Como en mi salida de la COPE (y antes la liquidación de Antena3) los verdugos han sido tres: el Rey, el Gobierno y la Oposición. A todos ha molestado Pedro, hasta cuando los halagaba. Todos se sentirán hoy más aliviados». Seguro que sí, pero no solo ellos. Y es que puede que el charlatán de los tirantes quisiera ser un caballero, pero acabó siendo un villano, y de su mano se han escrito auténticas barbaridades y muchas mentiras sobre muchas vascas y muchos vascos. Agur benur.