La goleada de ayer se sumó a las dos encajadas esta temporada en los campos de Barcelona y Real Madrid, en las que ha quedado en evidencia el escalón importante que hay entre los tres mejores equipos de Primera y la Real, el mejor de la otra Liga la temporada pasada y su acompañante en las semifinales de Copa.

Los trece goles encajados y la inferioridad mostrada en esos tres partidos demuestran que la Real no ha sido competitiva en los campos de estos equipos. El fútbol que le vale ante los demás no sirve contra los grandes porque la calidad de sus jugadores no basta para imponerse a los mejores defensas y porque su disciplina y colocación defensiva no es suficiente ante rivales que le superan en el plano físico y técnico. Le falta lo que domina como ningún otro equipo el Atlético, mayor capacidad para impedir a los grandes hacer su juego. Tanto Atlético, como Barcelona y Madrid han podido jugar como les gusta, muy cómodos. Una tendencia que los blanquiazules intentarán rebatir este miércoles en la ida de las semifinales de Copa que jugarán en el Camp Nou.

Si la Real quiere llegar con opciones al partido de vuelta no puede encajar tantos goles y además necesita marcar alguno. Tendrá la desventaja añadida de tener un día menos de descanso y de encontrarse con un Barcelona que querrá resarcirse tras perder el liderato por su primera derrota tras 25 partidos en casa.