Los trabajadores de las ITV de Irun y Urnieta, que prolongarán la huelga iniciada hace ocho meses hasta el próximo 3 de marzo, se manifestaron ayer en la ciudad del Bidasoa para denunciar la negativa de la empresa adjudicataria del servicio, Tuv Rheinland, a negociar sus condiciones laborales.

La protesta, en la que participaron 300 personas entre trabajadores, familiares y afiliados de ELA, partió del barrio de Behobia y atravesó el polígono de Zaisa para terminar junto a las instalaciones de la ITV.

Ketxus San Emeterio, presidente del comité de empresa, explicó que «en estos meses solo ha habido una reunión negociadora» y, por ello, solicitó al Gobierno de Gasteiz, «que es el dueño del servicio, que obligue a la empresa a sentarse a hablar con los trabajadores».

Dijo no entender la postura del Ejecutivo autonómico porque «es tiempo suficiente para que hagan algo en un servicio público que lleva ocho meses de huelga», aunque lamentó que «por las declaraciones de la consejera de Industria parece que no ve que haya un conflicto y está mirando hacia otro lado».

San Emeterio recalcó que los trabajadores de las ITV de Irun y Urnieta no están pidiendo mejoras en sus condiciones de trabajo, sino que las exigencias se centran en «garantizar y estabilizar» la actual situación laboral, «pero la empresa se niega».