Por si había alguna duda, el ministro de Interior lo dejó claro: «Navarra es estratégica para España». Ya, y muestra de su corrupción. Tras la vergüenza de soportar un gobierno cuyas turbias implicaciones han ido en aumento hasta el punto de que en lo que va de legislatura no ha pasado un mes sin que se haya conocido un nuevo caso de corrupción, cuando por fin el PSN -que comenzó gobernando con Barcina- se decide, es decir, amaga con la moción de censura, resulta que el problema en Nafarroa no es la corrupción, sino «que vienen los vascos». Pues no, resulta que las vascas y los vascos ya estaban, y el hecho de que una buena parte de la sociedad navarra confíe su voto a formaciones abertzales en modo alguno puede siquiera disimular tanto abuso y mangoneo.

Recordando la famosa frase de José Calvo Sotelo «Antes una España roja que una España rota», ahora nos vienen a decir «antes una Navarra corrupta que una Navarra vasca». E insisten, como ayer Esperanza Aguirre en «Abc», que dedicaba su artículo a ese -sucio- asunto. Comenzaba de forma antológica, dando lecciones de responsabilidad: «Actuar en política movido por los intereses del propio partido y olvidarse del interés general de los ciudadanos es, sin duda, una demostración palpable de irresponsabilidad política. Claro que mayor irresponsabilidad política es actuar sin disimulo movido por el interés exclusivamente personal». Se refería al anuncio del secretario general del PSN, Roberto Jiménez. En cuanto al «interés general de los ciudadanos», no es otro que el que Espe y la elite a la que pertenece estiman oportuno, pues para esa gente las ciudadanas y los ciudadanos no son capaces de discernir lo que les conviene de lo que no.

Después contaba lo ocurrido a raíz de la denuncia de la ex directora gerente de la Hacienda Foral, hechos que, según la señora Aguirre, «no parecen tener tanta importancia». Y posteriormente contaba lo terrible que sería que mandasen a Barcina y compañía a casa con el concurso, entre otros, de los «proetarras», a los que Jiménez ha convertido en «árbitros de la situación», aunque se olvida del pequeño detalle que suponen los miles de votos que los grupos de EH Bildu obtuvieron. Pero eso es irrelevante para esa señora tan derechosa. Y concluía diciendo que se trata de «una malísima noticia para Navarra y los navarros». Sin duda, para ella lo es; gran parte de navarras y navarros es más posible que no estén de acuerdo con la Espe.