La gente menos utilizada
Mis equipos no deben girar en torno a un solo jugador. Esto es fútbol, no tenis». La frase es de Ricardo La Volpe, otro de esos técnicos argentinos que dejan huella. El presidente rojiblanco, Josu Urrutia, se refirió el otro día a una de las claves de este y de cualquier Athletic, un «secreto» lo llamó, que pasó por alto para la práctica totalidad de medios de comunicación, cuando se refirió a esa «gente no muy utilizada», esos que «elevan el nivel competitivo porque el grupo mejora entrenando. Ellos tienen que entrenar a tope para que el equipo en su conjunto mejore». Sus palabras no fueron una deferencia demagógica hacia los que cuentan con menos o pocos o ningún minuto. En alguna ocasión ha confesado que el jugador que más le llamó la atención de entre sus compañeros fue uno que lo daba todo en cada entrenamiento a sabiendas de que lo tenía difícil para entrar en el once. Ayer, Gaizka Toquero, en una entrevista iba en esa línea. «Si aceptas tu rol, puedes ayudar mucho al equipo», decía el gasteiztarra. Con Valverde no hay, como diría Bielsa, ni «titulares definitivos», ni «suplentes eternos», pero los hay que cuentan más y cuentan menos. Pero es necesario que todos sumen. Como anoche Toquero, que volvió mes y medio después.

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