Anaitasuna recibe esta tarde al líder de la Liga Asobal (18.00, Jesús y Jorge Escudero -Cantabria-, en directo por Teledeporte), un Barcelona que no solo cuenta sus partidos por victorias, sino por goleadas, y ante quien resulta difícil incluso decidir el objetivo del partido. ¿Se trata de salir a tope para intentar buscar la sorpresa? ¿De pensar en el control de daños y evitar una goleada? ¿De anteponer próximos compromisos más asequibles y reservar fuerzas? ¿O de preparar un entrenamiento de calidad contra uno de los mejores equipos del mundo?.

La cita contra el Barcelona, sobre todo en casa, se ha convertido en un trago amargo para los equipos de la Liga. Muchos de ellos han evitado incluso plantarle cara para no salir malparados, y los que más se han esmerado han conseguido perder por menos de diez, solo tres equipos en esta Liga: el Huesca (30-36), Guadalajara (28-35) y Puente Genil (25-32). Los demás los ha ganado el Barça por 11 de diferencia (3 veces); por 12 (4); 14 (3); 16 (2), 17, 18, 20 y 23 (una vez), y por 24 (2). Su tanteador más bajo en esta Liga es de 30 goles (19-30 en Zaragoza), y ha superado los 40 en ocho ocasiones (tres fuera de casa). Para hacernos una idea, Anaitasuna solo ha marcado tres veces 30 o más goles.

El Barcelona lleva marcados 786 goles (37'42 de media por partido) con un porcentaje de acierto del 70%, y su portería es la mejor con un 42% de paradas. Se podría pensar que algún día puede fallar, y también desear que tú seas el rival que esté enfrente para aprovecharlo, aunque por cada jugador que tenga un mal día Pasqui dispone de otro tan bueno como él en el banquillo para solventar este tipo de situaciones. Aitor Etxaburu se apuntaba a esta posibilidad ayer, y tras reconocer que «será muy difícil», añadía «pero ¿quién dice que no van a tener un momento de debilidad, un partido no muy completo o con errores?». Podría ser, pero además debería coincidir con el mejor de los días para el rival que se encontrara este regalo, que debería rendir por encima de su nivel para aprovecharlo.

Por encontrarle algún aspecto positivo, Anaitasuna saldrá a la cancha sin ninguna presión, un factor que parece haberle pasado factura en varios partidos en que se ha visto con posibilidades de mejorar posiciones. Hoy la derrota se da por descontada, y puede ser una forma de liberar tensiones y tratar de jugar un buen partido y plantar cara al líder, tras varias semanas decepcionantes en la Liga -con tres derrotas seguidas, dos de ellas un tanto inesperadas en Gijón y ante Puerto Sagunto en casa- y muy estresantes en la eliminatoria copera ante el Aragón. Y, por si el Barça falla, mejor que te pille preparado.