Joseba VIVANCO
DESDE LA GRADA

¿Qué somos, leones o güevones?

Un frío sudor recorrió la espina dorsal de más de uno, de dos y de tres seguidores rojiblancos después de que el Sevilla se pusiera a seis puntos del Athletic tras derrotar al Madrid. Decía Jagoba Arrasate tras perder en Almería que a lo mejor se habían enfrascado tanto en dar caza a los leones que habían perdido la perspectiva de las plazas que dan acceso a la Europa League. Quizá en Bilbo se estaba tan pendiente de donostiarras y Villarreal que no se vio venir a los andaluces. A los de Emery, con seis victorias en los seis últimos partidos, se les ha puesto a tiro la cuarta plaza, aunque el guipuzcoano lo diga con la boca pequeña. Pero su aliento se nota en el cogote del equipo bilbaino y de su entorno. Nadie dijo que fuera a ser fácil por mucho que los de Valverde lo tengan al alcance de la mano, pero de ahí a que comience a aflorar la `caguitis' entre muchos aficionados y se empiece a dudar de la capacidad del grupo para sostener ese pulso con los sevillistas, media un trecho. Seguro que a los pupilos de Txingurri se les hará largo este final de trayecto, porque estar ahí arriba desde casi octubre reconforta, pero también desgasta en un equipo no habituado a ello. Pero eso es tan cierto como que habrá que dar un plus de confianza a estos futbolistas, un margen de credibilidad que se han venido ganando estos últimos años. No son aquellos once aldeanos que daban la campanada en Chamartín, pero nunca han dejado de ser leones sobre el césped. Mañana nos visita el Atlético, otras fieras, y qué mejor ocasión para que estos futbolistas demuestren eso que tanto repiten Amador y sus compinches de taberna en la ficción televisiva, ¿qué somos, leones o güevones?