El proceso soberanista catalán vivió ayer un nuevo hito con la defensa de la consulta en el Congreso y el esperado rechazo de los numantinos diputados, que no hace más que cargar de razones a los independentistas, contra quienes algunas y algunos piden leña y mano dura. Y eso que decían que sin violencia todo era posible... En «Libertaddigital» perpetraron un editorial que dice mucho del ambiente cuartelero que se vive en algunas redacciones. La persona encargada de pergeñarlo titulaba así su ocurrencia: «No debería caber `otra cosa' que actuar contra la Generalidad». Calificaba el camino emprendido por el Principat como «el hecho más grave contra la democracia desde el 23-F», aunque no explicaba a qué democracia se refería, porque la infraebriana es una risión, y tras reprochar a Rajoy que «su actitud sigue siendo la de contemporizar con esta ofensiva ilegal», le espetaba que «debería reparar en que cuatro décadas de diálogo sin condiciones con los separatistas es precisamente lo que ha conducido a la situación actual, con una autonomía abocada a un proceso de secesión difícilmente reversible y otra más, el País Vasco, llamando a la puerta para seguir el mismo camino en cuanto los equilibrios de poder político en el ámbito regional sean propicios». El escribiente añadía que «esgrimir como solución la misma receta que durante cuarenta años no ha cosechado más que fracasos revela no sólo una gran torpeza, sino una manifiesta incapacidad política, impropia de un Gobierno dispuesto a hacer honor a sus obligaciones de guardar y hacer guardar la Constitución», y frente a la blandenguería de Rajoy, opinaba que «si es cierto que el Gobierno está dispuesto a negociar para desactivar la operación separatista a cambio de más gabelas financieras para los nacionalistas, por pura lógica convendría que partiera de una posición de fuerza, fijando ciertos límites y las consecuencias de que la Generalidad los sobrepase». Si las consecuencias dependieran de esta gente está claro cuáles serían.

Pero bueno, el ultra tiene claro que lo suyo es una pataleta y que no puede evitar lo que les viene. Así lo dice: «La pusilanimidad del PP y la complicidad vergonzosa de los socialistas están sirviendo en bandeja a los enemigos de la Nación un triunfo en toda regla (...) todo apunta a un sonado triunfo de los mayores enemigos que tiene a día de hoy nuestro régimen de libertades». Régimen sí, pero libertades no saben ni qué son.