Arnaitz GORRITI
Laboral Kutxa Baskonia

Thomas Heurtel salva a su equipo de hacer el ridículo

Los 14 puntos del base en el cuarto final sirvieron para que los gasteiztarras remontaran un 43-27, tras un mal segundo cuarto. Un «dos más uno» de Pleiss y el 23 de 26 en los tiros libres deshicieron el entuerto.

IBEROSTAR TENERIFE 78

LABORAL KUTXA BASKONIA 82

La locución de Orange Arena engarzaba el Domingo de Resurrección con la remontada baskonista en la cancha de Iberostar Tenerife. «¡Thomas Heurtel ha resucitado a Laboral Kutxa Baskonia!», exclamaba el bueno de Matías Castañón. Son puntos de vista, cierto es, pero la sensación que quedó fue que el base francés salvó a la escuadra gasteiztarra de hacer un ridículo espantoso, y nada más.

Después de llevar la iniciativa durante un primer cuarto de tanteo, las cosas se le torcieron, y cómo, al conjunto que dirige Sergio Scariolo en el segundo período. Pese a sacar del duelo a Richotti a base de cargarlo de faltas, Carles Bivià se disfrazaba de base NBA humillando a sus pares rivales, mientras que Diego Fajardo, a sus 38 años y medio millón de achaques encima, sacaba los colores a Pleiss y Hamilton. Entre los dos, más la garra de Jesús Chagoyen y Heras, el Iberostar Tenerife endosó un parcial de 27-11, llegando a situar el marcador en un 43-27, para llegar 43-29 al descanso.

Durante esos momentos, la «segunda unidad» baskonista hizo aguas por todos lados. Cierto que Mainoldi y Jelinek llegaban a La Laguna con molestias y que quizás eso se notara, pero la diferencia de intensidad resultaba abrumadora, y sin que se pudiesen ver signos de recuperación. Más que nunca, la campana salvó a los gasteiztarras, que pudieron ir al vestuario, tomar aire y afrontar con otra actitud la segunda mitad.

La gasolina de English

Ese cambio de actitud provocó que Laboral Kutxa Baskonia acortara rápidamente su desventaja. Fruto, ante todo, de visitar la línea de tiros libres y acertar -23 de 26 para los de Scariolo, por 5 de 7 de los locales-. Enfrente, a Bivià se le agotaba la gasolina y el técnico tinerfeño se olvidaba de Fajardo, aunque otro exbaskonista, Carl English, emergía para mantener a los suyos con ventaja.

Hasta que el Laboral Kutxa Baskonia empató a 60, al poco de empezar el último cuarto. Uriz clavó entonces un triplazo y Richotti sumaba un «dos más uno» que elevaba el 66-60. Hubiera podido ser el golpe de gracia, pero Heurtel encendió su perfil anotador y empezó a meter canastas de todos los colores -14 tantos en el cuarto final- para remontar el marcador. Además, un «dos más uno» de San Emeterio adelantaba a los gasteiztarras por primera vez desde el primer cuarto: 69-70.

La fortuna sonrió a los de Scariolo pese a perder a Nocioni con faltas. Scariolo decidió jugársela con Hamilton y Pleiss adentro, y salió bien. El alemán, un seguro de vida, aumentó el nivel del equipo atrás y con otro «dos más uno» adelantaba 77-78 a menos de un minuto. Un par de defensas y faltas después, los tiros libres libraban al Baskonia de caer haciendo un espantoso ridículo en La Laguna.

Solo cuatro minutos y medio críticos

Ante un rival «extraño, que juega posesiones super rápidas y que no te esperas», Sergio Scariolo confesaba que «aunque hemos jugado tres cuartos francamente buenos, durante cuatro o cinco minutos del segundo período hemos perdido la concentración y la dureza, y se ha abierto una brecha».

El preparador de Brescia puso en valor «la paciencia por no querer remontar en dos canastas», así como «la progresiva dureza defensiva nuestra que nos ha valido para cerrar el rebote», o también «la mejoría a la hora de pasarnos el balón y botarlo menos», como claves esenciales para culminar la remontada. Pero también reconoció que «espero más de jugadores de la llamada segunda unidad», tales como Mainoldi, Jelinek, Poeta, Hanga y Hamilton.

«Con nuestra segunda unidad teníamos de sobra para aguantar al rival, pero es que en esos cuatro minutos y 20 segundos hasta la primera unidad ha perdido la concentración», aclaraba. Para terminar, Sergio Scariolo se mostraba optimista de ver una «evolución del equipo. Por ahora, ganamos casi todos los partidos de los dos últimos meses. Ojalá que siga la racha». A. G.